Ciencias Sociales España , Salamanca, Jueves, 11 de diciembre de 2003 a las 12:57

Un curso analiza la relación entre la flora autóctona y los usos culturales

La concejalía de Bienestar Social y la Fundación Tormes Espinosa Barro acercan la botánica a los salmantinos

AVPR/DICYT La Concejalía de Bienestar Social del Ayuntamiento de Salamanca, junto con la Fundación Tormes Espinosa Barro, ponen en marcha a partir del lunes día 15 un curso de etnobotánica, en el que 30 personas podrán conocer cómo la vegetación que existe en la provincia charra ha determinado el modo de vida de sus habitantes y, en consecuencia, muchos de los modelos culturales que se han heredado.


El curso, que tendrá una duración de 35 horas y se imparte en el Centro Cultural Miraltormes, propone a los alumnos un viaje por la vegetación que ha marcado diversos usos culturales en diferentes lugares del mundo, aunque según advierte Raúl Tapia Martín, biólogo de profesión y uno de los organizadores, "se hará hincapié en la flora propia de la provincia salmantina."

 

El curso cuenta con dos salidas programadas, una hasta Miranda del Castañar el 24 de enero, donde la biólogo Chefi Criado mostrará a los alumnos una selección con más de 300 plantas propias de la Sierra de Francia. Esta será, según advierte Raúl Tapia, "una toma de contacto con la metodología que todo investigador debe seguir en la recogida de plantas."

 

La segunda salida les acercará el día 30 de enero hasta el Centro de Educación Ambiental que la Fundación Tormes Espinosa Barro ha construido en la localidad de Almenara de Tormes, a unos 20 kilómetros al Noroeste de Salamanca, y donde queda patente el trabajo que durante tres años han empleado los miembros de la Fundación para rehabilitar el paraje en el que se abrían hasta hace poco una minas abandonadas. Desde Almenara los alumnos se desplazarán hasta Juzbado para visitar El Molino de Donato, una construcción de la que su actual dueño guarda sus documentos de compra que datan del año 1750.  El último molinero, quien a sus 70 años será el guía de la visita, explicará la importancia que antiguamente tenía seleccionar la madera adecuada para construir o reparar cualquier utensilios dependiedo de qué uso se le fuese a dar. "se trata, tal y como afirma su organizador, de que advirtamos cuánto hemos ganado y a la vez cuántos conocimientos hemos perdido".

 

A pesar de las salidas, el verdadero viaje intelectual comenzará el próximo lunes en horario de 19:00 a 21:00 y continuará cada miércoles y viernes hasta el 28 de enero. Un viaje que iniciaron los primeros pobladores de estas tierras observando a los animales para conocer qué plantas se podían consumir, cuáles poseían propiedades curativas y la utilización ritual de las plantas. Muchas de éstas tradiciones aún perviven en los pueblos de la comarca como por ejemplo la costumbre de purificar la casa con ramas de saúco durante la noche de San Juan, que oculta bajo su apariencia mágica una base científica: "La purificación era en realidad una manera de desparasitar la vivienda -explica Raúl Tapia- ya que el Saúco excreta sustancias tóxicas que repelen a los insectos y pequeños parásitos."

Para finalizar el recorrido por la cultura de las plantas se ha previsto una sesión, que correrá a cargo del catedrático de antropología Francisco Giner Abati, en la que se explica el usos que aún hacen de los recursos vegetales algunos pueblos africanos y asiáticos.

 

La organización del curso ha previsto que "los asistentes se pongan manos a la obra y comprueben por sí mismos lo difícil que resulta trabajar con las plantas." Para ello han organizado una serie de talleres que van desde la fabricación de cuerdas, que es la aplicación más sencilla y primitiva que han tenido las plantas en artesanía, hasta la elaboración de macerados y licores pasando por la utilización de flores y plantas en la decoración.