Science Spain , Santa Cruz de Tenerife, Wednesday, September 07 of 2016, 20:39

Un deslizamiento gigantesco arrancó el 40% del volumen emergido de la isla de El Hierro

Los deslizamientos gigantes se producen a causa de la rápida elevación de las islas volcánicas en su proceso de formación

IGME/DICYT Los megadeslizamientos en las islas volcánicas son probablemente los fenómenos más espectaculares de la naturaleza, dadas las enormes cicatrices que han dejado en las laderas de las principales islas volcánicas del planeta. Estos gigantescos derrumbamientos del terreno son el resultado del rápido crecimiento en la vertical de las islas volcánicas (la altura total del Teide, por ejemplo, supera los 7.500 metros desde el lecho marino), que a veces pueden desestabilizarse por causa de otros fenómenos naturales como terremotos o erupciones propios del fenómeno volcánico. Son, por lo tanto, procesos intrínsecos y continuados a lo largo de la formación de las islas volcánicas oceánicas.


El pasado geológico de las islas Canarias esconde, al menos, 20 de estos descomunales eventos geológicos. El más reciente se produjo en la isla de El Hierro hace posiblemente unos 80.000 años, en lo que hoy se denomina valle de El Golfo. Investigadores del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), con la colaboración de los del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona (CSIC) y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, han publicado en la revista "Marine Geology" una estudio sobre el inmenso colapso que dio lugar al valle y sus ciclópeos muros de piedra de 1.000 metros de altura.


Los autores han estudiado este deslizamiento en las más joven de las islas de Canarias, utilizando los datos sísmicos proporcionados por el Instituto Geográfico Nacional, las batimetrías y ecosondas realizadas frente a su costa por el Instituto Hidrográfico de la Marina (IHM) y un detallado estudio sobre la geología de las paredes de El Golfo que forman un anfiteatro de 15 kilómetros de amplitud, a partir de la descripción geológica de todos los pozos y galerías de agua almacenada en la base de datos de puntos de aguas de Canarias del Instituto Geológico y Minero de España.


Los anteriores estudios sobre el deslizamiento de El Golfo, publicados en 2011, lo databan en algún período
comprendido hace entre 39.000 y 87.000 años y calculaban que había provocado una avalancha de 150 a 180 kilómetros cúbicos de terreno. Las nuevas investigaciones aportan dos nuevas contribuciones. Por un lado, documentan la presencia de niveles de playa fósiles (todavía sin datar) y plataformas de abrasión marinas sobre la superficie de rotura del deslizamiento, que podrían colocar la edad del deslizamiento en aproximadamente unos 80.000 años, cuando los primeros Homo Sapiens empezaban a abandonar África. Por otro, que el volumen de rocas derrumbadas fue el doble de lo que se estimaba hasta ahora: unos 318 km3. Una espectacular cifra, que según la reconstrucción paleo-geográfica que se ha realizado, significa que este megadeslizamiento hizo desaparecer bajo las aguas el 40% del volumen emergido de la isla de El Hierro. Ese extraordinario deslizamiento ocurrió tras colapsar la ladera norte del volcán de El Golfo, que había crecido durante 400.000 años (entre 550.000 y 158.000) sobre la planicie dejada por otro de hace 600.000 años, el volcán Tiñor.

 

El megadeslizamiento de El Golfo se produjo como una sucesión de dos colapsos separados solo por un tiempo todavía por determinar, entre prácticamente coetáneos y unos pocos miles de años, que dejaron como huella en el norte de la isla dos anfiteatros naturales superpuestos: el primero arrojó sobre el Atlántico unos 243 km3 de rocas y el segundo, unos 84 km3. Solo el más pequeño de esos colapsos movió repentinamente tanto volumen de material como el que se estima que, en el peor de los casos, expulsó el Vesubio, en la erupción que sepultó las ciudades romanas de Pompeya y Herculano en el siglo I (de 10 a 100 km3); o lo que es lo mismo, 55 veces la capacidad maxima del pantano de Mequinenza, el mayor embalse del valle del Ebro (1,53 km3).


En este estudio se han revisado además galerías subterráneas en las que se aprecian depósitos marinos posteriores a ese colapso que fueron cubiertos luego por otras erupciones ocurridas en El Hierro. En ellas se han encontrado zonas de erosión que les permiten calcular que el deslizamiento de El Golfo sucedió hace entre 23.500 y 82.500 años.


Las características de los restos sepultados por la lava, llevan a pensar en algún momento de la historia con el mismo nivel del mar que hoy en día, entre las dos últimas glaciaciones, por lo que se considera que lo más probable es que todo ocurriera hace unos 80.000 años.

 

Los restos submarinos del deslizamiento indican que el volcán de El Golfo generó una avalancha de bloques de roca de hasta 1,5 kilómetros de longitud y 300 metros de altura. El esta zona sumergida de la isla de El Hierro se han detectado posibles restos de deslizamientos más recientes no documentados, con lo que sería posible que el de El Golfo no haya sido el último. Esto explicaría las dataciones ofrecidas por el registro de depósitos submarinos provocados por antiguos tsunamis que se han localizado en los fondos marinos de la isla de Madeira situada al norte del archipiélago español, que sugieren la posibilidad de otro megadeslizamiento en Canarias hace unos 17.000 años.

 

Finalmente, los nuevos resultados de estas investigaciones arrojan nueva luz en el estudio de los riesgos de tsunami asociados a estos megadeslizamientos. El volumen de rocas involucrado en un deslizamiento es una variable (así como la tipología de la rotura, la velocidad de las rocas y el modo en que se depositan en el fondo marino) para calcular la altura de la ola de un tsunami. En este sentido, los tsunamis derivados de estos megadeslizamientos deberían de ser menos catastróficos de lo que se creía en un principio, ya que se producen en múltiples eventos (de menor volumen) diferidos en el tiempo. En el caso de El Golfo, por al menos por dos colapsos (243 km3 y 84 km3 de rocas), que dejaron como huella en el norte de la isla dos anfiteatros naturales superpuestos.