Un dispositivo distingue a personas que tienen alzhéimer precoz a través de la voz
FGUSAL/DICYT La Universidad de Salamanca, a través de investigadores de la Facultad de Psicología, ha desarrollado un dispositivo capaz de detectar de forma precoz la enfermedad de Alzheimer analizando el habla de las personas mayores. La voz tiene matices casi imperceptibles al oído humano que delatan una posible demencia en fases muy iniciales. A partir de un método experimental desarrollado en los últimos seis años, ahora se ha conseguido transformar esta compleja prueba en un aparato que en unos pocos minutos es capaz de analizar las palabras pronunciadas por una persona mayor y ofrecer un resultado probabilístico de padecer la enfermedad de Alzheimer.
Detectarla en fases muy iniciales es fundamental para intentar paliar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Sin embargo, no hay una prueba clínica sencilla que permita reconocer la enfermedad hasta que aparecen síntomas graves. Las mejores herramientas son las técnicas de neuroimagen y punciones lumbares en la búsqueda de alteraciones en las proteínas Beta-amiloide y TAU. Pero estas pruebas tienen un alto coste económico, ético y personal para el mayor que tiene dudas de su estado cognitivo. Otras pruebas neuropsicológicas se basan en el reconocimiento de problemas como el olvido de nombres familiares o la dificultad de aprender tres o cuatro palabras; lo que ya denota, cuando sucede, un grave deterioro cognitivo. Por eso, muchos investigadores buscan nuevas formas de anticipar el diagnóstico que se puedan aplicar de forma sencilla, en un periodo preclínico de la enfermedad y con poco coste económico.
Juan José García Meilán, miembro del grupo de investigación Neurofisiología y Conducta del Instituto de Neurociencias de Castilla y León (INCYL), y Francisco Martínez, de la Universidad de Murcia, optaron por desarrollar un método de análisis automatizado de la voz que permitiese distinguir a las personas con principios de demencia a partir de cambios en la prosodia y la acústica de la voz de los mayores. “En nuestros trabajos de laboratorio grabamos la voz, la analizamos con software de análisis espectrográfico de la voz, estudiamos los parámetros específicos de la enfermedad de Alzheimer y ofrecemos un diagnóstico”, explica después de haber hecho pruebas con más de 400 personas y lograr un nivel de eficacia en la clasificación de un 95%.
El problema era que se trataba de un método largo y complejo muy difícil de llevar a la práctica clínica. Por eso, en este proyecto su equipo de investigación ha diseñado un aparato que integra todo este trabajo, un prototipo que recoge la voz y ofrece un diagnóstico de forma automática en escasos cinco minutos. Su sencillez hace que pueda ser utilizado por personas ajenas a esta investigación, por ejemplo, médicos de Atención Primaria o personal sociosanitario.
Además, este nuevo método es compatible y complementario con las demás pruebas que se realizan en la actualidad. De hecho, en la etapa de experimentación los investigadores han verificado la idoneidad de su propuesta en contraste con los test tradicionales. “En primer lugar, realizamos pruebas de evaluación neurocognitiva, pruebas estandarizadas conocidas por todos los profesionales, y después a toda aquella persona que viene a la consulta se le graba la voz a partir de la lectura de un texto estandarizado, que en nuestro caso ha sido el primer párrafo de El Quijote”, explica Olga Ivanova, otra investigadora involucrada en el proyecto.
Colaboración entre universidad y empresa
Transformar una investigación de años en un dispositivo comercializable ha sido posible gracias a una convocatoria de la Fundación General de la Universidad de Salamanca para financiar pruebas de concepto. El nuevo proyecto, denominado Diagnóstico por Análisis de Voz en la Enfermedad de Alzheimer, DAVEA, ha sido un ejemplo de colaboración entre universidad y empresa para el diseño del hardware y el software, en concreto, con la participación de Flag Solutions.
“En una primera fase, lo que hemos hecho ha sido elegir distintos componentes en función del objetivo final del prototipo y en la segunda parte ha sido desarrollar el software para dar cabida a los algoritmos que durante años han estado desarrollando. Lo bueno de este proyecto es que hemos conseguido pasar de siete u ocho horas que necesitaban a tener resultados en cuatro o cinco minutos, prueba incluida”, comenta José Antonio Rodríguez, director de la empresa.
Un proyecto que puede seguir creciendo
A partir del prototipo desarrollado, el proyecto puede seguir creciendo. “Podemos hacer pruebas aún más rápidas, con más algoritmos y más variables. Además, sería deseable distribuir estos prototipos por la geografía española y que recojan datos en directo, lo cual sería muy importante para los investigadores” con el fin de afinar los protocolos de diagnóstico, comenta el responsable de Flag Solutions.
En este proyecto han participado el Instituto de Neurociencias de Castilla y León (INCYL), Flag Solutions, la Facultad de Psicología de la Universidad de Murcia, el Centro de Referencia Estatal de Atención a Personas con Enfermedad de Alzheimer y otras Demencias (CRE Alzheimer), la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Salamanca, la Residencia Jesán y el Centro de Salud Miguel Armijo Moreno.