Alimentación España , Palencia, Martes, 13 de mayo de 2008 a las 12:21

Un estudio analiza el contenido de ácidos grasos en la leche de ordeño

Se comprueba en la leche ordeñada a vacas frisonas de una explotación familiar

Leonor Ramos Wilson/DICYT El proyecto de Verónica Martínez, galardonado con el ¿Investigamos? del Itagra.ct tiene como objetivo analizar si la leche de las vacas frisonas varía en su contenido de ácidos grasos, dependiendo del momento del ordeño, de la cantidad extraída y de la cantidad de partos del animal. Para ello, ha centrado su campo de análisis en una explotación familiar situada en la provincia de Burgos.

 

Según señala la joven investigadora, existen pocos los estudios que determinen cómo mejorar la calidad de la leche o cómo cambiar los mecanismos para sacar más provecho a la producción, sin contemplar un cambio en la alimentación de las vacas, en este caso, frisonas. Por ello, la joven estudiante de Ingeniería Agrónoma en Palencia, Verónica Martínez Villamor ha decidido abordar la cuestión. Un tema al que se siente especialmente vinculada al haber nacido y crecido en laexplotación ganadera burgalesa de sus padres en Navagos de Losa.

 

Estudio pionero

 

El proyecto, según explica, pretende convertirse en el inicio de estudios más especializados y la investigadora se ha planteado como primer paso, el conocer si los primeros cinco litros de ordeño tienen las mismas características que los últimos litros. Tanto ella, como su tutor, Jesús Ángel Baro, han decidido estudiar también si hay cambios en los ácidos grasos de la leche analizada, “un asunto cada vez más demandado por empresas lácteas”, afirma Baro.

 

“Mi campo de trabajo es reducido pero espero que si el resultado es positivo reciba ayudas para ampliar las investigaciones”, señala Verónica, orgullosa de poder llevar a cabo este proyecto. En esta ocasión, el objeto de estudio han sido 18 vacas frisonas, escogidas cuidadosamente para cubrir todas las combinaciones de fase de lactación y de edad. De estas 18 “las hay con un parto, con dos, tres y hasta cuatro partos y también tengo en cuenta en qué punto de la lactancia estén”, apunta Verónica. A partir de esta criba o selección, de cada una de las vacas, Verónica extrae muestras durante el ordeño, clasificando esa extracción de leche en 3 fases, la leche que sale al principio- los cinco primeros litros-, luego hasta los 10 litros siguientes y por último los litros del final del ordeño.

 

Desde el mes de febrero, la investigadora recoge muestras y será en junio cuando de por terminada la recogida, en total se encontrará con 54 “tubitos a los que hay que identificar”.A partir de este momento “llega lo más complicado, los análisis y demás”, dice Verónica. De las muestras “tomamos una más pequeña, unos 10 mililitros, la congelamos y llevo el resto al Laboratorio Interprofesional Lácteo de Castilla y León (Viñalta) donde miden los componentes que determinan el valor de la leche para el productor: la proteína, la grasa y las células somáticas, entre otras”.

 

Perfil de ácidos grasos
Paralelamente, se someterán las muestras congeladas a un laborioso proceso que transforma todas las grasas en sus ésteres metílicos para, a través de los análisis cromatográficos que realizará en el Laboratorio de Técnicas Instrumentales de Valladolid, establecer el denominado “perfil de ácidos grasos”, es decir, la concentración de cada uno de ellos en el líquido analizado. Será a finales del verano cuando los resultados definitivos estén en las manos de Verónica y de su tutor. “Si descubrimos que no hay cambios en los ácidos grasos durante el ordeño, no pasará nada pero creemos y estamos convencidos de que los ácidos cambian de forma natural”, aseguran los dos.