Alimentación Ecuador , Galápagos, Miércoles, 13 de febrero de 2013 a las 09:14

Un estudio genético revela linaje de la tortuga galápago Pepe ‘El Misionero’

La tortuga, que desde el año pasado está en el Centro de interpretación de la DPNG en San Cristóbal, proviene de volcán Wolf, en la isla Isabela

DPNG/DICYT Identificar el origen de la tortuga galápago Pepe El Misionero, fue uno de los objetivos del acuerdo entre la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG) y el Vicariato Apostólico de Galápagos, el cual permitió trasladar al quelonio desde la Misión Franciscana, donde habitó durante décadas, hasta el Centro de interpretación de la DPNG en San Cristóbal.

 

Técnicos de la DPNG extrajeron muestras de sangre de la tortuga a mediados del año pasado, las cuales fueron enviadas a la Universidad de Yale, la misma que a través de su Departamento de Ecología y Biología Evolutiva inició los estudios del ADN mitocondrial y ADN nuclear.

 

Para el estudio, los científicos combinaron las secuencias del Pepe "El Misionero" con las secuencias referenciales de su base de datos. El análisis demuestra que su linaje es genéticamente idéntico al de las tortugas que habitan en Piedras Blancas, en el volcán Wolf, de la isla Isabela.

 

Historia

 

Antes de los resultados del estudio genético, de la tortuga más famosa de San Cristóbal, solo se conocía que cuanto tenía aproximadamente cinco años fue retirada de su hábitat en el noreste de la isla, por un grupo de pescadores que la entregaron a Segundo Manuel Agama, habitante de Puerto Baquerizo Moreno, quien le dio el nombre de Pepe y se encargó de su cuidado durante 18 años; luego fue entregada a los sacerdotes de la Misión Franciscana, donde permaneció más de 40 años.

 

Desde septiembre del año pasado la tortuga está bajo el cuidado de los guardaparques de la dirección técnica de San Cristóbal, en un corral que fue construido para este individuo en el Centro de Interpretación de esta isla, donde recibe los controles y chequeos veterinarios que necesita.

 

Mientras, la autoridad ambiental diseñará un plan de manejo, para decidir el destino del quelonio, considerando que éste ha pasado en cautiverio la mayor parte de su vida, en condiciones de exposición a potenciales enfermedades, bacterias y virus. Durante ese tiempo será preparado para ser devuelto a su hábitat natural, sin poner en riesgo la población de tortugas de Piedras Blancas, en volcán Wolf, en la isla Isabela.