Tecnología España , Burgos, Miércoles, 06 de abril de 2011 a las 17:45

Un experto ve posibilidades "reales" de obtención de biodiésel a partir de algas "antes de diez años"

Emilio Molina, catedrático de la Universidad de Almería, trabaja en la producción de microalgas con tres tipos de reactores

Antonio Martín/DICYT Emilio Molina, catedrático de Ingeniería Química de la Universidad de Almería, afirmó hoy en Burgos que existen "posibilidades reales" de obtención de biodiésel a partir de algas "antes de diez años". Molina, que participó en la jornada inaugural del ciclo de conferencias Retos medioambientales de la industria alimentaria organizada por la cátedra Tomás Pascual Sanz de la Universidad de Burgos, indicó, sin embargo, "que existen primero problemas que hay que resolver" en el desarrollo de estas tecnologías. Diferentes grupos de investigación en el planeta realizan actualmente "un esfuerzo enorme" en la depuración de estas técnicas para la obtención de biocombustibles a partir de microalgas, y existe una gran inversión económica para el logro de resultados positivos.

 

Molina indicó a DiCYT que "todavía no se ha conseguido una alga ideal" para la producción de biodiésel a partir de su cultivo, pero "sí existen avances parciales". En la actualidad, los avances en el desarrollo de esta fuente de energía están "a nivel de planta piloto" por lo que en estos momentos, no existe una planta de demostración "que permita comprobar los problemas de escalado" de este tipo de producción. Emilio Molina recordó que la Unión Europea recientemente ha aprobado los primeros tres contratos para la construcción de estas plantas de demostración. Dos de ellas, informó Molina, estarán situadas en el sur de España y otra es propiedad de un consorcio británico, que posiblemente se asiente en Turquía.

 

Para el especialista, que trabaja en la planta piloto que tiene la Universidad de Almería en la Estación Experimental de la Fundación Cajamar en esta provincia, las microalgas que mejores resultados han ofrecido para la obtención del biocombustible son "diatomeas y clorofíceas", dos clases de algas, aunque, según matiza "más importante que una especie en concreto, para la industria es más importante el medio en el que se encuentre el alga, el lugar donde se transfer el carbono inorgánico en materia orgánica". Para Molina, el problema "fundamental" en el desarrollo de esta tecnología reside "en el balance energético", esto es, en que en la obtención del biodiésel se emplee una cantidad de energía sostenible para el sistema.

 

Planta en Almería

 

La Universidad de Almería, según expuso Emilio Molina en Burgos, cuenta con una planta piloto en la que se ensayan con tres tripos de reactores, lo que la convierte en pionera en la producción de biodiésel a partir de microalgas. Los tres tipos de reactores son abiertos, en los que existe contacto con las plantas, semicerrados y tuburales o cerrados. "En España somos referentes en este tipo de energías, desde nuestra propia universidad vendemos reactores a Alemania", puso como ejemplo. Este tipo de industria, no obstante, se encuentra en fases iniciales, ya que "es casi pequeña y casi artesanal". La planta de producción de microalgas de la Estación Experimental de la Fundación Cajamar cuenta con una capacidad de entre 70 a 80 metros cúbicos para las tres tecnologías, con un reactor tubular de 33 metros cúbicos. En este centro se realizan investigaciones científicas "desde la célula al producto final", resume Molina.

 

A nivel fisiológico, los investigadores de la Universidad de Almería estudian la síntesis de triglicéridos en las microalgas, observan el crecimiento celular y lo contrastan con diferentes variables, como el ambiente en el que se desarrolla. Respecto a la producción de microalgas, los trabajos están centrados en comprobar las características de los tipos de reactores, el proceso de cosecha de las algas (si es en seco o en húmedo) o la extracción de lípidos para el biodiésel.

 

Las jornadas

 

La primera jornada del ciclo de conferencias de la cátedra Tomás Pascual Sanz se ha centrado en la sostenibilidad en la industria alimentaria. Los organizadores subrayan que "las industrias alimentarias, como unos engranajes más del sector productivo, no pueden permanecer ajenas a su impacto ambiental ni a su papel en el desarrollo sostenible de las regiones y comarcas. Por ello, deben velar por implantar o adoptar formas de actuación que permitan cubrir las expectativas de todos sus clientes, entre las que destacan las administraciones con los requisitos legales y los consumidores, que cada vez son más exigentes con aspectos del respeto medioambiental, pero también el respeto social y de desarrollo global”.

 

 

En la primera conferencia Juan García Serna, profesor de Ingeniería Química de la Universidad de Valladolid, versó sobre “Concepto de sostenibilidad y desarrollo sostenible. Fundamentos de diseño de procesos industriales sostenibles”. La segunda conferencia correspondió a Emilio Molina. La jornada continuó con la intervención de Francisco Victoria Jumilla, responsable de Fomento del Medio Ambiente y Cambio Climático de la Consejería de Agricultura y Agua de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, sobre “La huella de carbono”. Bárbara Willaarts, investigadora del Observatorio del Agua-Fundación Botín y del Ceigram, reflexionó sobre “El papel de la huella hídrica en la seguridad alimentaria” y Yolanda Núñez, responsable del Área de Tecnologías Ambientales de CTME de Miranda de Ebro (Burgos), abordó las “Herramientas de sostenibilidad en productos Alimentarios".