Un fertilizante de uso común destruye tres de cada cuatro huevos de lagartija
Enric Culat/DICYT Un equipo de investigadores de la Universidad de Salamanca han probado la elevada toxicidad de algunos de los fertilizantes utilizados en los campos de Castilla y León y la consiguiente mortandad que su empleo masivo produce sobre dos especies de reptiles. En concreto, los experimentos realizados por el equipo dirigido por Valentín Pérez Mellado, profesor del departamento de Biología de la Universidad de Salamanca, han demostrado que el 75 por ciento de los huevos puestos por la lagartija carbonelli y la lagartija ibérica –dos especies que habitan en la región– no llegan a eclosionar al contacto con el nitrato de amonio, un tipo de fertilizante muy común que se emplea de forma generalizada por parte de los agricultores para el abono de los cultivos.
Los investigadores también han descubierto que los efectos contaminantes de los fertilizantes son radicalmente distintos en función de la composición del suelo. Si éste tiene un sistema de raíces muy bien desarrollado, con un gran humus vegetal, el efecto nocivo del fertilizante es mucho menor, ya que las plantas absorben el contaminante, lo que indirectamente ayuda a una mayor protección de los huevos de las lagartijas y reduce drásticamente su mortandad. Los científicos interpretan tal efecto absorbente por parte de las plantas como una especie de 'lección' que nos da la naturaleza: la desertización del suelo y la eliminación de la cobertura vegetal al final puede afectar no sólo a la misma vegetación, sino a las especies animales, en primer lugar a las que incuban en el propio suelo. El profesor Pérez Mellado explica que ”desgraciadamente, en Castilla y León se están dando los tres fenómenos a la vez: desertización, eliminación de la cobertura vegetal y contaminación, lo que hace que las mortalidades puedan ser muy grandes”.
El investigador de la Universidad de Salamanca recuerda que el nitrato de amonio utilizado en los experimentos es un tipo de fertilizante absolutamente habitual, masivo y comercial. “Ni siquiera se considera un pesticida, es un fertilizante para cultivos”, subraya con preocupación.
Tesis doctoral
Este experimento de ecotoxicología, efectuado durante tres años sobre distintos tipos de lagartijas en Castilla y León, constituye la tesis de licenciatura de Maria Luisa López, licenciada en Biología por la Universidad de Salamanca. El trabajo ha sido coordinado por Pérez Mellado y en los análisis ha colaborado también Adolfo Marcos, doctor en Biología por la misma universidad e investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. “La ecotoxicología está todavía en una fase muy preliminar -comenta Pérez Mellado-, la importancia de los experimentos realizados radica en los graves efectos que las sustancias tóxicas generan en el ecosistema”.
La metodología empleada en los experimentos ha sido la siguiente: en primer lugar se extrae un cierto número de hembras grávidas de su medio natural y se llevan al laboratorio para que tengan la puesta; después se sueltan otra vez en sus lugares de origen. Dentro del laboratorio, los huevos se someten a tratamientos con contaminantes y se observa su reacción. Las crías supervivientes que logran eclosionar del huevo se devuelven a su lugar de origen, no sin antes observar los posibles efectos morfológicos y su aptitud locomotora.
En el experimento con los fertilizantes se analizaron dos especies de lagartijas que habitan zonas de Castilla y León. La Carbonelli pone 4 ó 5 huevos y vive únicamente en los robledales de media montaña del sistema central occidental, desde Estela en Portugal hasta la Sierra de Francia y el sistema central salmantino, como la Sierra de Gata. Se encuentra por tanto en un área de distribución muy pequeña, aunque no está amenazada. De todas formas, los resultados del experimento fueron dramáticos. “Había tal mortalidad que tuvimos que limitarnos a analizar la supervivencia o no de las crías y el peso de los recién nacidos”, recuerda Pérez Mellado. Respecto a la lagartija ibérica, habita en la práctica totalidad de la península. En este caso, la mortalidad detectada con los fertilizantes no fue tan alta como en la Carbonelli, aunque igualmente destacables fueron los importantes efectos morfológicos que la contaminación tuvo sobre las crías.
Contaminación de plomo en la sierra de Gredos
El trabajo del equipo de la Universidad de Salamanca también analizó el impacto de los metales pesados como el plomo sobre el desarrollo embrionario de las lagartillas serranas, otra especie que vive en zonas muy específicas de alta montaña como en la sierra de Gredos. Los investigadores se llevaron aquí una sorpresa al ver que los huevos puestos por las hembras presentaban importantes concentraciones de plomo en su propio lugar de origen, a casi 2.000 metros de altura. Los huevos se mandaron a un centro de análisis toxicológico en Madrid, donde se comprobó el nivel de contaminación de la cáscara y del propio huevo. Para compararlos se enviaron también huevos no contaminados procedentes de las hembras que habían puesto en el laboratorio. “Nos encontramos que la totalidad de los huevos de Gredos estaban contaminados, en una zona aparentemente virgen donde no existe ningún tipo de tratamiento químico”, explica Pérez Mellado. Este experto en Biología atribuye tales resultados “a una contaminación natural, asimilada por la hembra o tal vez transmitida a los huevos. También puede ser que sea el mismo sustrato”.
Finalmente, el equipo también analizó el efecto de la lluvia ácida sobre los huevos de otras especies de lagartijas, sin efectos nocivos incluso a ph bajos como el 3. Esto puede deberse, opinan los científicos, a que las cáscaras de los huevos protejan a los embriones durante el desarrollo de esta lluvia ácida o que los embriones sean extremadamente resistentes o adaptables al ph. La lluvia ácida se produce a consecuencia de la emisión a la atmósfera de toda una serie de contaminantes industriales. Son contaminantes que en algunos casos son barridos a miles de kilómetros y luego se sedimentan en los suelos, con graves efectos principalmente enla vegetación.