Un grupo internacional de investigadores observará esta noche la "Gran calabaza de Haloween" desde Calar Alto
CAHA/DICYT El objeto cercano a la Tierra denominado 2015TB145, informalmente designado como "el asteroide de Halloween" o "la gran calabaza de Halloween", será hoy estudiado desde el observatorio de Calar Alto por un grupo internacional de científicos coordinados desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC).
El interés de este objeto para la comunidad científica reside, por un lado, en su catalogación como NEO (del inglés Near Earth Object, u objeto cercano a la Tierra), ya que en su punto de máximo acercamiento se hallará a unos 480.000 kilómetros -1,3 veces la distancia entre la Tierra y la Luna-; y, por otro, en que sus características orbitales indican que podría tratarse de un cometa extinto.
"Este cuerpo parece tener un tamaño relativamente grande para los NEOs que habitualmente se acercan a esta distancia de la Tierra, y constituye una excelente oportunidad para que estudiemos este tipo de objetos", apunta René Duffard, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) que participa en la campaña de observación desde Calar Alto.
"Los NEOs y, en particular, los potencialmente peligrosos como este, han de ser estudiados en profundidad no solo porque podemos aprender mucho sobre la formación y evolución de nuestro Sistema Solar, sino porque debemos conocer sus propiedades físicas lo mejor posible para que en futuro estemos capacitados para desviarlos y evitar colisiones con ellos", añade el investigador.
Mitad asteroide, mitad cometa
Este objeto, hallado el pasado 10 de octubre, presenta además la peculiaridad de mostrar características tanto de los asteroides como de los cometas. Mientras que los asteroides suelen presentar órbitas más o menos circulares en torno al Sol, los cometas dibujan órbitas muy elípticas, de manera que la mayor parte del tiempo se hallan en regiones distantes del Sistema Solar. "2015TB145 presenta una órbita muy elíptica, y hasta que se ha hallado cerca de su perihelio, o punto de máximo acercamiento al Sol, no hemos sido capaces de detectarlo", apunta Jesús Aceituno, vicedirector del Observatorio de Calar Alto.
Pero aunque su órbita se asemeja a la de los cometas, el aspecto que presenta 2015TB145 en las imágenes se corresponde con la de los asteroides, ya que no ha desarrollado la envoltura gaseosa (la coma) ni la cola. "En este sentido, algunos investigadores piensan que podría ser lo que se califica como un cometa extinto, debido a que ha agotado el hielo, o el material volátil, en sus sucesivos acercamientos al Sol. Y al no producirse la sublimación del hielo no se generan las comas o colas cometarias a las que estamos acostumbrados", indica José Luis Ortiz, investigador del IAA que participa en el estudio.
Poco después de su descubrimiento, algunos investigadores se apresuraron a comunicar a la Unión Astronómica Internacional, por medio de sus circulares, la posibilidad de que "la gran calabaza de Halloween" pudiera producir una lluvia de meteoros, de la misma manera que algunos cometas producen lluvias de meteoros conocidas, como las famosas lágrimas de San Lorenzo o perseidas. Según otros investigadores, esta posibilidad parece remota, dada la aparente inactividad del núcleo de 2015TB145 y a otros factores.
Desde Calar Alto, y en conjunción con observaciones en otros lugares del mundo con instrumentos de diferentes tipos, el grupo internacional de investigadores estudiará el tamaño, forma y propiedades térmicas de la superficie del cuerpo así como algunas características de su estructura interna, para tratar de determinar, por ejemplo, si se trata de un objeto monolítico o lo que se conoce como "pila de escombros". Esto tiene especial relevancia de cara a las estrategias de desvío o destrucción de NEOs en un futuro. A su vez, desde Calar Alto, con instrumentación especial que el observatorio posee para tal fin, se prestará especial atención a cualquier posible lluvia de meteoros asociada a este cuerpo.
El Observatorio Astronómico Hispano-Alemán de Calar Alto está situado en la Sierra de Los Filabres, norte de Almería (Andalucía, España). Es operado conjuntamente por el Instituto Max-Planck de Astronomía en Heidelberg, Alemania, y el Instituto de Astrofísica de Andalucía (CSIC) en Granada, España. Calar Alto proporciona tres telescopios con aperturas de 1.23m, 2.2m y 3.5m. Un telescopio de 1.5m, también localizado en la montaña, es operado bajo el control del Observatorio de Madrid.