Tecnología España , Burgos, Martes, 23 de mayo de 2006 a las 18:23

Un ingeniero burgalés diseña un nuevo tipo de iluminación interna para automóviles en colaboración con el Grupo Antolín

El proyecto de Luis Miguel Sanz ha obtenido uno de los premios Innovación y Desarrollo que otorga la Universidad de Valladolid

MDS/DICYT El joven burgalés Luis Miguel Sanz, que ha realizado sus estudios de Ingeniería Industrial en la Universidad de Valladolid, ha desarrollado un prototipo electrónico para componentes auxiliares de iluminación interior del automóvil, en colaboración con la empresa burgalesa de automoción Grupo Antolín, que ha sido galardonado con uno de los premios Innovación y Desarrollo de la universidad vallisoletana. El resultado de su trabajo es un nuevo sistema de iluminación para el interior de los vehículos que puede sustituir a los componentes tradicionales mediante la utilización de nuevas tecnologías, y que cumple todos los requisitos para su uso a escala industrial.

Su proyecto titulado Diseño, optimización y validación de dispositivos electrónicos de iluminación en el interior de automóviles resultó ganador del premio Innovación y Desarrollo en la categoría de Ingeniería Industrial y Química, que se entregó el pasado viernes en el Palacio Santa Cruz de Valladolid. La Universidad de Valladolid, la Junta de Castilla y León, la Confederación de Empresarios (Cecale) y la Cámara de Comercio e Industria de la ciudad son las entidades que otorgan este premio.

Luis Miguel Sanz, de 27 años, ha explicado a DICYT cómo, en la actualidad, los sistemas de iluminación que se incorporan en el interior de los coches utilizan bombillas normales, mientras que su proyecto ha desarrollado un sistema tipo diodo LED (siglas que se corresponden en inglés a Light-Emitting Diode, diodo emisor de luz). Este dispositivo emite luz monocromática y es atravesado por la corriente eléctrica, un sistema similar al de las pamtallas de los ordenadores.

“Las ventajas son que el foco de iluminación no se rompe, posee una forma mucho más aplanada y emite luz fría, además permite la utilización de plástico más barato”, subraya el joven, que desarrolló este prototipo durante sus ocho meses de prácticas en el Grupo Antolín. En la actualidad su aplicación se dirigiría a coches de gama alta, ya que su precio es algo elevado, según el análisis de costes que incorporaba el proyecto, aunque la idea de la que partió el estudio era crear una iluminación innovadora que pudiera repercutir en la atracción de otros proyectos a la compañía burgalesa.

 

Otra cualidad del sistema consiste en que al estar controlado por microcontroladores se proporciona mucha flexibilidad para que el mismo circuito se pueda utilizar en diversos vehículos. Para diseñarlo se ideó una simulación óptica con un software profesional adquirido por la compañía, se optimizó el número de LEDs y se diseñaron las partes mecánicas del prototipo, para lo que se buscó un material que aguantara la temperatura. El siguiente paso fue la realización de un diseño térmico para asegurar que los componentes no se dañarán, y finalmente el diseño eléctrico, para completar este proceso Sanz utilizó software de análisis fotométrico y de análisis electrónico, material electrónico y cámaras de validación. 

 

Iluminación ambiente y de lectura

Respecto a las partes mecánicas, el prototipo incorpora tres módulos: uno central, con funciones de iluminación ambiente y de lectura, uno de techo y los módulos traseros, también pensados para dotar a los asientos traseros de iluminación ambiente.

Las funcionalidades del prototipo abarcan a todos los componentes eléctricos que pudieran ubicarse en el techo del automóvil, como una alarma o un sensor de temperatura. “Debido a su desarrollo en los últimos 10 años y a las ventajas del diodo LED, creemos que en el futuro este sistema se impondrá a la bombilla incandescente actual”, concluye el ingeniero burgalés, que desde ayer se encuentra en Sheffield (Inglaterra) donde completará su frmación los próximos 10 meses con una beca para investigadores Marie Curie.