Medio Ambiente Chile , Chile, Jueves, 23 de noviembre de 2023 a las 08:47

Un nuevo método cuantifica el riesgo asociado a los desprendimientos de rocas en los Andes

Desarrollan una forma innovadora de calcular el riesgo de desprendimiento de rocas en grandes áreas de montañas afectadas por una alta actividad sísmica

INRAE/DICYT Las regiones de alta montaña a menudo enfrentan una multitud de peligros naturales, cuyos efectos combinados, conocidos como "peligros en cascada", pueden tener graves consecuencias para la infraestructura y las zonas urbanas.

 

Sin embargo, faltan herramientas para prevenir y cuantificar estos riesgos complejos. Es por eso que investigadores de varios países han colaborado para desarrollar una forma innovadora de calcular el riesgo de desprendimiento de rocas en grandes áreas de montañas muy altas afectadas por una alta actividad sísmica. ¿El mayor desafío de este trabajo? Cuantificar estos riesgos de forma detallada y exhaustiva.

 

Este nuevo método aborda este desafío de una manera innovadora, teniendo en cuenta una amplia gama de activos expuestos (personas, viviendas, vehículos en movimiento, líneas de vida) y considera tanto el riesgo de desprendimiento de rocas asociado con los terremotos como el riesgo de desprendimiento de rocas "común" resultante de la erosión y condiciones climáticas locales.

 

Los terremotos representan casi el 60% del riesgo de desprendimiento de rocas en los Andes


Por ejemplo, uno de los principales hallazgos de este estudio es que casi el 60% del peligro total de desprendimiento de rocas en la zona andina estudiada es atribuible a la actividad sísmica. Por tanto, es fundamental considerar el riesgo de desprendimiento de rocas cuando se producen grandes terremotos en esta zona.

 

Este método se ha probado con éxito en la Cordillera de los Andes en Chile y ha arrojado resultados prometedores. Estos resultados muestran que ahora es posible evaluar el riesgo de desprendimientos de rocas en las montañas de una manera más completa. Los expertos ahora pueden identificar qué lugares corren mayor riesgo, como pueblos y tramos de carreteras que están expuestos. Este avance representa un paso importante hacia una mejor prevención de los desprendimientos de rocas en zonas montañosas, ofreciendo herramientas valiosas para anticipar y reducir las consecuencias de estos eventos en las infraestructuras y las comunidades.