Tecnología España Ávila, Ávila, Lunes, 09 de abril de 2007 a las 11:47

Un nuevo sistema de identificación electrónica presentado en Ávila mejorará la trazabilidad de la carne

Se trata de un bolo con microchip de apenas 20 gramos de peso que podría aplicarse a animales de diez kilos y que actualmente está en pruebas

MMG /DICYT El sector ganadero se podrá ver beneficiado en un corto periodo de tiempo de los últimos avances de las nuevas tecnología, ya que, según se ha puesto de manifiesto en Ávila tras la II Reunión Internacional de Identificación Electrónica Animal, los ganaderos de ovino y caprino podrán disponer de un nuevo sistema de identificación animal que, ante todo, mejorará la trazabilidad de la carne que finalmente llega al consumo humano.

Se trata de un dispositivo de bolo (un elemento electrónico que incluye un microchip), que al igual que los antiguos se introduce en el animal para que éste pueda ser identificado y que, actualmente, se encuentra en fase de pruebas. El dispositivo, a diferencia de los sistemas conocidos hasta el momento, es un compuesto de apenas 20 gramos de peso, lo que representa una mejora frente a los 70 gramos que pesan los bolos que se emplean hoy en día.

 

Gracias a esa importante reducción de peso, el nuevo sistema de identificación electrónica animal podría ser empleado en animales de menor tamaño que los que ahora lo portan, ya que se puede aplicar a partir de diez kilogramos de peso. De esta forma, el control de los animales comenzaría antes, gracias al número electrónico único que las ganaderías portan en el microchip y que permite conocer sus datos en cualquier país de la Unión Europea. Se trata, en definitiva, de mejorar el carnet de identidad de los animales, que gracias al nuevo bolo podrían garantizar la trazabilidad de su carne casi desde el comienzo de sus vidas, aspecto que cobra importancia especial después de las diversas crisis alimentarias sufridas recientemente con animales como los pollos o las vacas. 

El nuevo microchip es un paso más en la historia de la identificación electrónica animal desde que una directiva del año 1992 la impuso como obligatoria, si bien en España ya se hacía el seguimiento a cada animal desde 1955.