Un programa regional permitirá la detección precoz de VIH mediante un test rápido de cribado negativo
CGP/DICYT La Junta de Castilla y León y el Consejo de Colegios Profesionales de Farmacéuticos (Concyl) pondrán en marcha este miércoles, 1 de diciembre, un programa piloto para la detección precoz de VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana) a través de un test rápido de cribado negativo, que podrá adquirirse en 16 farmacias de las nueve provincias al precio de cinco euros. Así lo ha explicado en declaraciones recogidas por DiCYT Jesús Aguilar, presidente del Concyl, quien ha destacado que el proyecto se pone en marcha en el marco del Día Mundial de la Lucha Contra el SIDA y teniendo en cuenta “que el 20 por ciento de los afectados por el VIH desconoce su infección”.
En este sentido, recuerda que conocer tempranamente un resultado positivo permite “beneficiarse del seguimiento médico del proceso, acceder a tratamientos eficaces que mejoran la calidad de vida y aumentan la supervivencia y adoptar las condiciones necesarias para evitar contagios”. Antes de extender las pruebas a todas las farmacias de la comunidad se realizarán hasta 1.000 test en las 16 oficinas acreditadas por toda la región, tres en Valladolid y Salamanca, dos en Burgos y León, y una en Ponferrada, Ávila, Palencia, Zamora, Soria y Segovia.
La prueba consiste en un pequeño pinchazo en un dedo para obtener unas gotas de sangre que se depositan en una tira reactiva. Pasados 20 minutos, la tira muestra un resultado positivo o negativo acerca de la presencia de anticuerpos frente al VIH. En cuanto a la indicación para realizar el test, los expertos apuntan al mantenimiento de relaciones sexuales sin protección con una persona portadora del VIH o de la que se desconoce su estado en relación al virus, así como al compartir jeringuillas u otros útiles para la inyección de drogas.
Si el test, que se realiza de forma anónima, ofrece un resultado negativo, significa que de ninguna forma el usuario está infectado por el virus, al menos que no hayan transcurrido tres meses desde la última práctica de riesgo. Este periodo, denominado “ventana”, es el que transcurre desde el momento de la infección hasta que aparecen los anticuerpos que son detectados por los test. Si han pasado estos tres meses y el test da positivo, es necesario confirmar el resultado mediante otros análisis específicos, por lo que el usuario debe acudir a un centro sanitario.
El primer virus de inmunodeficiencia adquirida
Tal y como ha detallado el consejero de Sanidad, Francisco Javier Álvarez Guisasola, el SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) irrumpió en el mundo en los 80 con el caso de dos turistas norteamericanos en Haití. “Hasta entonces sólo se conocían inmunodeficiencias congénitas”, apunta. El VIH, causante del SIDA, ataca y destruye el sistema inmunológico (el que defiende al cuerpo de los organismos causantes de enfermedades), de forma que el paciente queda desprotegido y es susceptible de contraer cualquier enfermedad.
Pese a que en un primer momento se relacionó íntimamente al VIH con la homosexualidad y la promiscuidad, dado que su contracción se atañó a las prácticas sexuales sin protección, en la actualidad se conoce que las prácticas de riesgo entre heterosexuales y usuarios de droga por vía intravenosa son la principal causa de nuevos contagios.
El VIH en Castilla y León
En el caso de Castilla y León, “los primeros casos se dieron a finales de los 80 y desde los 90 se tiene un registro de afectados”, precisa el consejero. Así, se contabilizan 1.133 casos acumulados por millón de habitantes, de forma que la tasa global acumulada es de 2.905 casos en la región. A nivel regional también se han llevado a cabo estudios científicos sobre la incidencia del VIH, lo que ha posibilitado conocer que “el 78’3 por ciento de los afectados son varones y el 21’7 por ciento mujeres”. En cuanto a la tipología de las infecciones, el 66’3 por ciento la contrajo por vía intravenosa, mientras que el 17’8 por ciento por transmisión heterosexual y el 7 por ciento por relaciones homosexuales.
Según los datos de 2009, los últimos disponibles al completo, se han registrado 140 nuevos casos de VIH en Castilla y León, y de ellos 50 ya habían desarrollado SIDA. “Si no se ponen los medios de tratamiento que está dando la investigación los nuevos casos de VIH desarrollarán SIDA”, señala Guisasola, quien recuerda que, aunque la enfermedad no se puede curar, se pueden administrar antiretrovirales “que estancan el virus y convierten la enfermedad en crónica”. Como dato positivo, en los primeros seis meses de 2010 tan sólo se han registrado cinco nuevos casos de VIH en Castilla y León lo que, de mantenerse, “bajará de forma significativa” la incidencia en la región.