Un proyecto fin de carrera de la Universidad Católica de Ávila analiza la viabilidad de las granjas de caracoles
MMG/DICYT Roberto Canedo, alumno de Ingeniería Técnica Agrícola de la Universidad Católica de Ávila, ha obtenido un sobresaliente por su proyecto de final de carrera sobre la explotación helicícola en la zona de El Bierzo, que plantea la posibilidad real de poner en marcha una granja de caracoles en esta localidad leonesa.
La especie en la que se centra el proyecto es la helix aspersa, el caracol común, que se utiliza habitualmente en la cocina. De hecho, el objetivo último pasa por la comercialización de la carne de este molusco testáceo de la clase de los gasterópodos.
Pero antes de que lleguen a los mercados, la cría del caracol conlleva un proceso delicado que arranca con una primera fase de hibernación, para la que el experto ha diseñado una nave de cerca de 500 metros cuadrados. "Los que se recolectan en la naturaleza necesitan un periodo de hibernación de seis meses, y los de la explotación, de tres", comienza a explicar el proceso.
De esta hibernación los caracoles despiertan con una ducha de agua a 20 grados centígrados. Es el paso previo antes de la fase de reproducción. "Esta especie pone entre 25 y cien huevos", continúa. Y lo harán sólo una vez, ya que el proyecto de este recién estrenado ingeniero pasa por un único ciclo en cada caracol. El estudio ha tenido en cuenta también que la fase de reproducción del helix aspersa es delicada, y puede llegar a alcanzar una tasa de mortandad del 25%.
Los huevos de estas puestas se trasladan rápidamente a la sala de incubación, un recinto para el que se han recreado las condiciones ambientales propicias para el buen desarrollo de los caracoles. "La nursería está a 20 grados de temperatura y un 70% de humedad relativa durante el día, y a 17 grados y 90% de humedad por las noches", aclara Canedo.
Después de algo más de dos meses, los huevos eclosionan. Los pequeños caracoles se trasladan al parque de engorde o invernadero, donde son alimentados a base de pienso rico en calcio. "He incluido en el proyecto el mismo pienso que se da a los lechones lactantes", puntualiza el joven, que considera que hoy en día existe en España poca oferta de este tipo de carne para la demanda que ha detectado.
El caracol que saldría de la granja proyectada por el ex alumno de la Universidad Católica tendría un peso aproximado de diez gramos.
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Así es el helix aspersa |
El hélix aspersa es una de las varias especies similares que se denominan caracol terrestre, pertenecientes al grupo de los pulmonados, su musculosa cavidad paleal, se ha transformado en pulmón. La superficie interior está ricamente vascularizada y debido a que su base está unida al pie, permite la ventilación. Tienen una concha globulosa helicoidal y dos pares de tentáculos retráctiles, uno de ellos provisto de ojos y el otro táctil. La concha de la mayoría de los caracoles terrestres se arrolla casi siempre en sentido dextrógiro, es decir en el mismo sentido que las agujas del reloj, aunque en algunas especies su concha lo hace en sentido inverso, levógiro. |