Un veneno de pez controla la inflamación pulmonar en ratones
AGENCIA FAPESP/DICYT– Una molécula identificada en el pez ponzoñoso Thalassopryne nattereri mostró capacidad para controlar la inflamación pulmonar y puede hacer posible el desarrollo de un medicamento más eficaz contra el asma. Los detalles de esta investigación, apoyada por la FAPESP y a cargo de científicos del Instituto Butantan de São Paulo, en Brasil, se publicaron en la revista Cells.
Ya sea en aguas dulces, saladas e incluso en una mezcla de ambas, habitan las más variadas especies de peces, y algunas de ellas son venenosas. Estas poseen espinas o aguijones conectados a glándulas ponzoñosas, especies de bolsas llenas de sustancias, moléculas grandes y pequeñas que son toxinas. Para estos peces, se trata de una herramienta para defenderse de otros animales, sus predadores. Uno de ellos es precisamente el Thalassopryne nattereri. Se trata de un pez pequeño que vive en aguas calmas y poco profundas del norte y del nordeste de Brasil, en donde los pescadores le dicen niquim. Posee espinas que parecen agujas, dos encima del cuerpo y una en cada costado, con lo cual suman cuatro. Cuando lo pisan o lo tocan, el pez se siente agredido e inyecta veneno provocando accidentes que causan lesiones con mucha hinchazón y dolor. Y la zona afectada puede incluso necrosarse.
“Empezamos a estudiar el veneno del niquim en 1996 porque pretendíamos descubrir sus toxinas y proponer un tratamiento destinado a los accidentes”, dice Mônica Lopes-Ferreira, bióloga del Centro de Toxinas, Respuesta Inmunitaria y Señalización Celular (CeTICS), uno de los Centros de Investigación, Innovación y Difusión (CEPIDs) financiados por la FAPESP. “Pero nuestra sorpresa fue mayúscula al descubrir una pequeña molécula, un péptido, que verificamos a través de nuestros estudios acá en el laboratorio que posee acción antiinflamatoria. Una molécula que nadie había descubierto, inédita”, explica Lopes-Ferreira, quien es doctora en inmunología por la Universidad de São Paulo (USP), con posdoctorado en el área de bioquímica y farmacología realizado en el Butantan.
Según el artículo, los ratones tratados con TnP, las siglas en inglés de “péptido del Thalassophryne nattereri”, no exhibieron hiperreactividad de las vías aéreas o remodelado pulmonar. La TnP actuó sistémicamente en órganos linfoides secundarios y localmente en los pulmones, inhibiendo la producción de las citoquinas Th2 y Th17. Asimismo, previno la hiperplasia de células productoras de moco y disminuyó el espesamiento y la deposición de colágeno subepitelial. “Nuestros resultados demostraron que la TnP es una molécula con posible destino para el tratamiento del remodelado de las vías aéreas asociado a enfermedades inflamatorias como el asma”, se afirma en el paper.
“Sabemos que existen muchas enfermedades que provocan inflamación, por eso pensamos qué enfermedad estudiar para verificar si el TnP sería eficiente, y elegimos el asma. Mediante el empleo de modelos animales en el laboratorio, verificamos que es seguro y eficaz, pues mejoró la inflamación pulmonar que el asma provoca. Al ser un descubrimiento nuestro, brasileño, nos encargamos de protegerlo y lo patentamos”, comenta Lopes-Ferreira. “Ahora tenemos trabajo por delante: cuanto más descubramos, más sabremos sobre qué otras enfermedades pueden tratarse con el TnP. También será sumamente importante buscar una asociación con una industria farmacéutica que desee invertir en el TnP para arribar a un medicamento.”
Una investigación apoyada por la FAPESP y dada a conocer en octubre de 2016 verificó que el niquim también posee una molécula con acción potencial contra la esclerosis. Los resultados de dicha investigación, también desarrollada en el ámbito del CeTICS, se publicaron en la revista Toxicon.