Ciencias Sociales España León, León, Miércoles, 14 de noviembre de 2007 a las 17:13

Una conferencia en la Universidad de León repasa vida y obra del creador de la taxonomía moderna, Carlos Linneo

La actividad, que se celebra dentro de los actos del patrón de la Facultad de Ciencias Biológicas, conmemora el tercer centenario del nacimiento del célebre naturalista

IGC/DICYT "Dios creó. Yo ordené". La frase resume la personalidad de Carl von Linné, el célebre naturalista sueco del siglo XVIII creador de la nomenclatura binominal, el sistema de clasificación de los seres vivos que se utiliza aún hoy día. La conferencia Carl von Linné: tres siglos de un polifacético naturalista, impartida por el profesor de Zoología de la Universidad de León (ULE) Juan Antonio Régil Cueto, acerca esta tarde la figura del científico a los alumnos de la Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales con motivo del patrón del centro.

 

Según Juan Antonio Régil, Linneo "no tenía nada de modesto", como se puede observar en la afirmación del principio. El naturalista sueco (Södra, 1707-Uppsala, 1778) ha pasado a la historia de la ciencia por la publicación de su Sistema Natural (1758), en el que estableció uns sistema binominal para nombrar a cualquier ser vivo formado por dos términos, Género y Especie (homo sapiens, por ejemplo). "Esto vino a simplificar la manera anterior de nombrar, que era muy complejo. A veces se utilizaban varias frases repletas de términos latinos", explica Régil. Las raíces de este nuevo sistema hay que encontrarlas en Aristóteles.

 

Este modo de clasificar, lo que significa taxonomía, "supuso un avance en el conocimiento científico, ya que universalizó los descubrimientos de nuevas especies", opina el profesor de la ULE. Este gran avance fue posible por que, según Régil, Linneo "dispuso de gran cantidad de muestras", que le remitían la gran cantidad de discípulos que tenía repartidos por el mundo (algunos de ellos fueron llamados los 'Apóstoles de Linneo'). Incluso un español, José Celestino Mutis, "le cedió gran cantidad de material biológico obtenido en suramérica para sus estudios".

 

Igual para la vida exógena

 

El sistema creado por Linneo se mantiene hoy día, aunque cada vez resulta más difícil encontrar una nueva especie. "Eso depende del orden en el que nos movamos", replica Juan Antonio Régil. "Si hablamos de insectos, se estima que hay un millón de coleópteros sin descubrir todavía. Ahora bien, descubrir una nueva especie de mamífero sí es más difícil". En opinión del profesor de la ULE, el sistema de Linneo puede ser útil para nombrar posibles nuevas formas de vida descubiertas en otros planetas, siempre que, al igual que ocurre en la Tierra, estén basadas en el carbono. "La cuestión sería dónde ubicarlas", comenta Régil.

 

En cuanto al proceso para aplicar un nuevo nombre a una especie, cada científico tiene que documentarse para comprobar que, efectivamente, ese ser vivo no está registrado antes. Después de encuadrarlo en un género, el investigador tiene libertad para poner el nombre a la especie, siempre cumpliendo unas normas impuestas por un Comité Internacional que vigila las nomenclaturas. La publicación en una revista científica internacional valida el nombre.

 

Como muchos otros científicos contemporáneos suyos, Carlos Linneo no estaba libre de prejuicios religiosos. Era creyente, y esto le influyó para opinar sobre especies como los anfibios ("estirpe sospechosa y asquerosa"). En 2008 se cumplirán 250 años de la publicación del Sistema Natural.