Una empresa salmantina adapta sus cursos de formación 'on-line' a dispositivos móviles
JPA/DICYT La empresa salmantina Clay Formación Internacional, que desarrolla y gestiona cursos formativos a través de internet, trabaja en la actualidad en un proyecto cuyo objetivo es trasladar sus contenidos formativos a dispositivos móviles, como teléfonos o agendas electrónicas. Los responsables del Departamento de I+D confían en tener un prototipo listo para el verano, de manera que los alumnos puedan comenzar a utilizar los nuevos instrumentos de aprendizaje en muy pocos meses.
Hasta el momento el e-learning, o aprendizaje por internet, utiliza, casi en exclusiva, el ordenador como soporte, así que la idea es dotarlo aún de mayor movilidad y conseguir un "aprendizaje ubicuo", en palabras de Jorge Carabias, responsable de I+D de Clay. La empresa ya fue pionera en el campo de la formación on-line y, entre los servicios que ofrece, destacan los cursos de la Universidad de Salamanca. La nueva aplicación ofrecerá entre sus nuevas posibilidades, por ejemplo, la de estudiar un idioma a través de un teléfono móvil.
Jorge Carabias explica el proyecto con ejemplos ya conocidos. "Ahora, la Universidad Pontificia te da la posibilidad de conocer las notas mandando un sms. Nosotros vamos más allá, aunque el proceso sería similar. Además, no hace falta tener un móvil de última generación, estamos trabajando para que el sistema reconozca las características del aparato receptor y en actúe en función de ellas. Es decir, si tenemos unos contenidos en formato PDF y el móvil no está preparado para recibirlos, se le podrían enviar en un archivo de audio", afirma en declaraciones a DICYT.
La idea es conseguir una mayor movilidad en la formación, de manera que cada usuario pueda decidir cuándo y dónde quiere aprender, sin estar sujeto a condicionantes tecnológicos. "Puede sonar a futurista, pero en muy poco tiempo todos nuestros móviles tendrán conexión a internet", comenta Carabias. En ese sentido, un referente para el grupo de I+D de Clay, integrado por siete personas, es Japón, donde ya poseen redes rápidas y de alta capacidad. "Allí tienen muchas ventajas tecnológicas, pero muy pronto tendremos esos avances en Europa", señala.
En esta línea de ofrecer una mayor accesibilidad, Clay trabaja también para facilitar la participación de personas con discapacidad, como ceguera o sordera. La necesidad de adaptar los contenidos de los cursos de formación a nuevos soportes ofrecerá también la posibilidad de ampliar los servicios a usuarios con todo tipo de perfiles. Es decir, cuando se investiga la opción de ofrecer contenidos a través de audios para el móvil, se están eliminando barreras para el acceso de deficientes visuales, por ejemplo.