Ciencias Sociales España , Valladolid, Lunes, 04 de febrero de 2013 a las 17:05

Una empresa vallisoletana pone en marcha una revista especializada en el ámbito de la arqueología

Se trata de una publicación científica y divulgativa

Cristina G. Pedraz/DICYT La empresa Arbotante, con sede en el Centro de Transferencia de Tecnologías Aplicadas (CTTA) del Parque Científico Universidad de Valladolid, ha puesto en marcha una revista científica y divulgativa especializada en el ámbito de la arqueología. Como explica a DiCYT uno de los promotores de la empresa, Iván García Vázquez, el fin último de la publicación, denominada Glyphos, es difundir los trabajos que se realizan en este campo, trabajos que a veces quedan en el cajón de un despacho sin que se hayan dado a conocer.

 

“Nuestra empresa se dedica fundamentalmente a la investigación arqueológica y a la conservación de bienes arqueológicos. Con nuestra experiencia hemos llegado a la conclusión de que los trabajos de conservación que han desarrollado muchas empresas se han quedado en los despachos sin que se hayan difundido. Nosotros tratamos de suplir esa carencia mediante la edición de material divulgativo y científico”, explica.

 

A través de la revista, se quiere dar la oportunidad “a todos aquellos jóvenes investigadores y empresas del sector que quieran publicar sus trabajos”, en un momento “en el que hay retroceso de medios de comunicación especializados en este campo”, asegura García Vázquez.

 

La revista, cuyo primer número se publicó a finales del pasado año, se difunde en formato papel. A través de la web, se accede a una plataforma en la que, además de esta revista, se pueden adquirir otras publicaciones del ámbito del patrimonio, la historia o la antropología.

 

Sobre este formato papel, García Vázquez reconoce que supone “un riesgo grande”, ya que implica la coordinación “entre un comité científico de prestigio, los colaboradores que publican en ella y el equipo técnico que la lleva a cabo”. En cuanto al comité científico, está formado por investigadores como José María Bermúdez de Castro, co director de las excavaciones en la Sierra de Atapuerca (Burgos); Miguel Cecilio Botella, profesor del Departamento de Medicina Legal, Toxicología y Antropología Física de la Universidad de Granada; Germán Delibes de Castro, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Valladolid; Pilar González Serrano, profesora de Arqueología de la Universidad Complutense de Madrid; Miguel Rivera Dorado, catedrático de Arqueología Americana de la Universidad Complutense de Madrid, o Victorino Mayoral Herrera, científico del Instituto de Arqueología de Mérida.

 

Al ser una revista altamente especializada, “se trata de un producto reducido por su propia temática, la arqueología y su carácter científico, por lo que no se hace una tirada de miles de ejemplares como una revista generalista sino que se establecen unas tiradas muy cortas, autosostenibles, que permiten su viabilidad”, señala.


I+D+i en Patrimonio


La empresa Arbotante se constituyó en mayo de 2012 a iniciativa de tres socios: Iván García Vázquez (arqueólogo e historiador), David Hernández González (Ingeniero, técnico arqueólogo y modelista) y Alejandro Polanco Masa (Consultor TIC). En la actualidad cuentan con diferentes colaboradores externos con los que desarrollan proyectos en campos como la arqueología, la innovación o el mundo editorial, como la revista Glyphos.


En materia de I+D+i llevan a cabo diversos proyectos como la aplicación de la magnetometría de protones a la prospección arqueológica (un medio no agresivo que permite evaluar estructuras que estén enterradas sin necesidad de movimiento de tierras), la creación de plataformas aéreas de teledetección o el desarrollo de un dispositivo basado en sensores que permite conocer el estado de la vegetación, servicio que se encuentra ya en el mercado y que se ofrece a bodegas.


Por otro lado, la empresa cuenta con un servicio de reproducciones de piezas arqueológicas para museos, empresas y particulares. Con ello, los interesados pueden adquirir alguna pieza a nivel de coleccionista “sin incurrir en el peligro que tiene el furtiveo al que desafortunadamente estamos tan acostumbrados en el mundo de la arqueología”, recuerda Iván García Vázquez.