Tecnología España , Zamora, Miércoles, 18 de marzo de 2009 a las 15:41

Una empresa zamorana innova en la realización de estudios de impacto sonoro y proyectos acústicos

La compañía Silencia trabaja en un sector que "todavía está por explorar", aseguran sus responsables

Beatriz Blanco García/DICYT Ruidos, insonorizaciones y aislamientos son los términos que maneja la empresa zamorana Silencia, un campo profesional que “todavía está por explorar”, afirma César Calvo, director comercial de la firma, sobre todo porque no existe una carrera específica de ingeniería acústica que propicie la investigación en esta materia.

 

“Somos una ingeniería de soluciones”, asegura Calvo. Por ello, sus servicios van desde la realización de proyectos acústicos, tanto en edificación como en actividades clasificadas o en industrias, hasta el diseño de elementos que ayuden a minimizar el ruido, además de la confección de estudios de impacto ambiental o mapas de ruido para las ciudades.

 

Uno de los pilares fundamentales de esta empresa está en la realización de proyectos acústicos para arquitectos u otras ingenierías. “Hay elementos en las construcciones, como calderas, ascensores o puertas de garajes, bajantes y calderas, que se suelen colocar mal y producen demasiado ruido. Es ahí donde nosotros buscamos la solución”, explica Calvo. Es lo que se denomina ruido estructural, mucho más complicado de solucionar que el transmitido por vía aérea. “Se transmite por la estructura del edificio y puede llegar a sitios insospechados, mientras que el ruido aéreo se soluciona casi de raíz, una vez que pasa por un aislamiento, se reduce, y en el siguiente punto desaparece”, afirma.

 

La transmisión del ruido

 

El ruido se transmite a mayor velocidad por un sólido que por el aire y para medirlo son necesarios sonómetros para analizar los espectros, analizadores de vibraciones o acelerómetros, “muy importantes para medir las vibraciones de la maquinaria en industria”, un instrumento que mide los ruidos de impacto o equipos auxiliares como la fuente de ruido, con la que se mide el aislamiento. Todos ellos se completan con un software específico, el programa CATT Acoustic, herramienta clave para el trabajo desarrollado por Silencia. Se trata de un simulador acústico que permite diseñar en la pantalla del ordenador, gracias a los parámetros recogidos con los distintos equipos, el lugar físico donde se va a trabajar para estudiar de manera virtual el comportamiento acústico que allí existe, con la reproducción de diferentes sonidos. “El programa modeliza cualquier tipo de recinto en tres dimensiones y detecta las geometrías perversas, aquellas que no funcionan acústicamente”, asegura Calvo.

 

Además, el programa sirve para descubrir si hay que modificar alguna geometría o si se puede mejorar con diferentes acabados interiores, como puede ser, por ejemplo, sustituir el acero o el cristal, materiales donde las ondas rebotan y el ruido no llega a desaparecer, por elementos como la lana de roca o la madera perforada, que absorben mucho mejor el ruido y no resultan más caros. En el ámbito de la industria, Silencia se ocupa también de ruidos en maquinaria. “En una fábrica podemos estudiar las emisiones de ruidos y tomar medidas correctoras para que el trabajador reduzca su estrés y rinda mejor”, explica el director comercial.

 

El diseño, fabricación y colocación de puertas y ventanas acústicas, silenciadores para los sistemas de aire acondicionado y pantallas acústicas es clave, además de la elaboración de mapas de ruidos, para la que se sirven de otro soporte informático, denominado IMI, que funciona tras insertar parámetros como la altura de los edificios, las superficies que existen o los materiales de las edificaciones. “Todas las ciudades de más de 20.000 habitantes necesitan tener uno, es una radiografía del ruido en ese lugar”, explica Calvo.

 

Los responsables de Silencia señalan también la existencia de nuevos problemas de ruidos, como los que provocan los aerogeneradores en los espacios naturales y auguran que en un futuro próximo la ingeniería acústica tendrá que buscar soluciones.

 

Estudiar todas las frecuencias con los mejores equipos
 
El método de trabajo comienza “con unas mediciones que nos hagan saber los parámetros de partida. Como el sonido no es lineal, sino que tiene una serie de frecuencias, hay que estudiarlas todas y ver cuáles de ellas tienen mayor incidencia”, añade Calvo. Para ello, cuentan con una serie de equipos, como el sonómetro analizador de espectros para medir el ruido. “Con él, aparte de hacer las mediciones que requieren ayuntamientos y normativas, se puede medir el aislamiento inicial de una obra y dar una solución efectiva”, comenta Marcos Gullón, del departamento técnico. También usan analizadores de vibraciones y acelerómetros.