Salud España , Valladolid, Martes, 07 de julio de 2009 a las 17:42

Una nueva técnica permite el estudio de genes implicados en cáncer colorrectal hereditario

Investigadores del IBGM de Valladolid han publicado un artículo sobre este desarrollo en el 'European Journal of Cancer'

Cristina G. Pedraz/DICYT Investigadores del área de Genética del Cáncer del Instituto de Biología y Genética Molecular (IBGM) de Valladolid han desarrollado una nueva técnica para el estudio de los genes de reparación del ADN, que son los implicados en el cáncer colorrectal hereditario no póliposico (síndrome de Lynch). Esta técnica se ha desarrollado en el marco de la tesis doctoral de Lucía Pérez-Carbonero y ha sido difundida en el European Journal of Cancer. Según ha explicado a DiCYT Mercedes Durán, una de las investigadoras que ha participado en el artículo, se trata de una estrategia global “para que no se escape ningún aspecto cuando se estudian estos genes, tanto las mutaciones puntuales como las grandes delecciones”.

 

La estrategia se basa en conjugar tres técnicas para el estudio de los genes MLH1, MSH2 y MSH6, los más importantes en cuanto a susceptibilidad hereditaria para cáncer colorrectal de tipo no polipósico. Por un lado, se realiza un rastreo HA-CAE, una electroforesis capilar en el secuenciador automático. No obstante, estos genes tienen muchas zonas exónicas, por lo que se han amplificado varios exones en grupo y luego se han “pinchado” en el secuenciador de electroforesis capilar, lo que se denomina PCR múltiple. Con estas técnicas se obtienen una serie de “picos” que corresponden a un exón, y lo que se trata es de localizar mutaciones. Tal y como asegura Mercedes Durán, esta forma de trabajo tiene una limitación, y es que “sólo se pueden ver las mutaciones puntuales”, mientras que se suelen encontrar otras, sobre todo en el gen MSH2, “que son delecciones (pérdida de un segmento cromosómico que lleva consigo la desaparición de la información genética contenida en él) o duplicaciones de exones enteros”.

 

Es en este punto donde se incluye la tercera técnica. Tras detectar mutaciones puntuales, es decir, un cambio de un nucleótico por otro que puede dar lugar a un cambio en el aminoácido de la proteína, se aplica MLPA (Multiplex Ligation-dependent Probe Amplification). “Cuando el exón entero se va o se duplica eso no se ve con técnicas que se usan normalmente en el laboratorio, entonces lo que se ha diseñado es una nueva técnica MLPA con sondas especificas para cada exón del gen, cuando una sonda no se pega es que ese exón se ha deleccionado y si se pega un par de veces vas a cuantificar luego una dosis mayor y eso significa que tienes una duplicación”.

 

Patrones de “pico”

 

La línea de investigación sobre el cáncer hereditario comenzó a desarrollarse en el IBGM en 1999 en relación con el cáncer de mama, pero no fue hasta 2001 cuando se incluyó el colorrectal. Junto con Enrique Lastra, oncólogo de Burgos que forma parte de la Unidad de Consejo Genético de Cáncer Hereditario en Castilla y León, Mercedes Durán se ha encargado de determinar qué genes se iban a estudiar. El laboratorio guarda, desde que comenzaron a recibir muestras para estudiar el cáncer de colon hasta ahora, unos archivos donde se han registrado todas las mutaciones testadas y los datos precisos “para que cualquier laboratorio que tenga un secuenciador pueda reproducir el método”.

 

El artículo publicado incluye una serie de datos suplementarios con todas las variantes que se han encontrado y con el patrón de pico que se obtiene con los métodos empleados. “Hemos ido capturando toda las imágenes y las hemos publicado para que cualquiera que utilice estos genes vea cómo es el patrón de esa alteración”, asegura la investigadora.

 

No obstante, este ha sido un artículo “previo” de una posible serie de tres sobre el cáncer colorrectal no patogénico. En la actualidad el grupo se ha volcado en las mutaciones “no clasificadas” con el objetico de conocer si son o no patogénicas. Estas mutaciones están descritas actualmente en las bases de datos internacionales como de efecto desconocido en la aparición de cáncer colorrectal, la segunda causa de muerte más frecuente entre los varones después del cáncer de pulmón. Asimismo, en estos momentos estudian posibles mutaciones fundadoras de Castilla y León, ya que se ha encontrado una en particular “que se repite bastantes veces”.