Una piel 3D creada en laboratorio permite evaluar la seguridad y la eficacia de cosméticos
AGENCIA FAPESP/DICYT – Una plataforma basada en piel tridimensional (3D) desarrollada por la startup brasileña Eleve Science, incubada en el Supera Parque de Innovación y Tecnología de Ribeirão Preto, en el estado de São Paulo, Brasil, puede ayudar a la industria de cosméticos a realizar pruebas de evaluación de la eficacia y la seguridad de productos fotoprotectores y antienvejecimiento en condiciones muy cercanas a la realidad, y eliminar el uso de animales.
Esta plataforma, creada en el marco de un proyecto apoyado por el Programa FAPESP de Investigación Innovadora en Pequeñas Empresas (PIPE), está compuesta por una estructura que mide aproximadamente dos centímetros de diámetro, donde células derivadas de tejidos humanos crecen en capas y conforman un modelo de piel a escala tridimensional.
“El modelo de piel creado es completo, es decir que está compuesto por las dos principales capas del órgano, que son la dermis y la epidermis, y por melanocitos [células productoras de melanina, responsables de la pigmentación de la piel]. Esto permite evaluar los efectos de la exposición solar en la piel en condiciones sumamente similares a las reales”, le informa a Investigación para a la Innovación Ana Luiza Forte, investigadora responsable del proyecto.
De acuerdo con la investigadora, la mayoría de las metodologías utilizadas para evaluar la eficacia de los filtros solares disponibles actualmente no permiten detectar todos los daños que causa la radiación solar sobre las diferentes capas de la piel, y fundamentalmente las alteraciones biológicas a nivel del ADN o la producción de radicales libres.
Los ensayos realizados en humanos, por ejemplo, permiten medir si una determinada cantidad de rayos ultravioleta dejará o no la piel roja tras la exposición al sol, que es tan solo uno de los efectos que causa la radiación solar en la piel.
Como el espectro de la luz solar posee diferentes longitudes de onda, que van desde el rango del infrarrojo hasta el del ultravioleta, pasando por el rango visible, es importante conocer todos los impactos que causa sobre la piel humana, especialmente en Brasil, donde los índices de radiación ultravioleta son significativos durante todo el año, afirma Forte.
“Cada longitud de onda afecta a diferentes capas de la piel y provoca daños también distintos. Por eso el modelo de piel completa que hemos desarrollado suministra las condiciones como para realizar pruebas mucho más cercanas a la realidad”, explica.
Otra ventaja de la plataforma basada en la piel 3D reside en que permite realizar test de productos fotoprotectores y cosméticos en distintos tonos de piel, puesto que el modelo está construido con base en células derivadas de tejidos humanos de diferentes pigmentaciones. “Esto es sumamente importante para un país como Brasil, con un gran mestizaje”, sostiene la investigadora.
Una alternativa segura
De acuerdo con la empresa, el proyecto se encuentra en su fase final de validación. Y se espera que los resultados de la investigación lleguen al mercado a corto plazo.
Existe una demanda emergente de nuevos métodos alternativos tanto desde el sector de cosméticos como del de productos químicos y médicos y hospitalarios, que se encuentran bajo presión por motivos regulatorios y sociales para reemplazar el uso de animales en estudios preclínicos de evaluación de eficacia y seguridad. Asimismo, los métodos alternativos aportan innumerables ventajas, como el descubrimiento de los mecanismos de acción de un nuevo compuesto activo, y a su vez pueden ayudar a disminuir la necesidad de contar con voluntarios humanos en ensayos de evaluación de la eficacia de protectores solares, sostiene Forte.
“La plataforma que hemos desarrollado constituye una alternativa segura y eficaz con respecto al uso de animales en pruebas de productos que entrarán en contacto con la piel”, afirma la investigadora.