Una técnica permite diferenciar lesiones orales por la textura de las imágenes en resonancias magnéticas
AGENCIA FAPESP/DICYT – Los ameloblastomas y los queratoquistes constituyen dos tipos de lesiones orales relativamente comunes que surgen tanto en la mandíbula como en el maxilar, aunque exhiben características distintas: mientras que los primeros son tumores agresivos, los segundos son quistes. Las formas de manejo y tratamiento de ambos son también diferenciadas. Con todo, los estudios por imágenes tradicionales, tales como radiografías, resonancias magnéticas y tomografías, no logran diferenciarlos con precisión, lo que dificulta la planificación del tratamiento y requiere la realización de procedimientos adicionales.
En la búsqueda de una solución que pueda prever el tipo de lesión y facilitar la planificación quirúrgica, investigadores de la Universidade Cruzeiro do Sul (Unicsul), de la Universidad de São Paulo (USP) y de la Universidad de Campinas (Unicamp), en Brasil, en colaboración con científicos de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) y de la Universidad de Ankara (Turquía), aplicaron por primera vez en estos tipos de lesiones una técnica de procesamiento de imágenes denominada análisis de texturas. Dicho estudio salió publicado en la revista Scientific Reports.
“En los estudios por imágenes tridimensionales, tales como resonancias y tomografías, los vóxeles [el volumen que se forma por la profundidad de los píxeles, que representa una unidad en 3D de la imagen] y los píxeles de las imágenes aparecen organizados de manera diferente, con distancias distintas y variaciones en tonos de gris dependiendo del tejido escaneado”, explica André Luiz Ferreira Costa, director del trabajo y docente del Programa de Posgrado en Odontología de la Unicsul. “Esta información puede transformarse en valores numéricos [algoritmos] para generar un análisis puramente matemático y estadístico.”
En este trabajo se observaron imágenes de resonancias magnéticas correspondientes a 18 pacientes de la División de Odontología del Hospital de Clínicas –el complejo hospitalario administrado por la Facultad de Medicina de la USP–, cuyos diagnósticos se habían confirmado mediante biopsias. Ocho tenían ameloblastomas y diez queratoquistes. La opción por ese método se decantó debido a su tridimensionalidad y a la ausencia de radiación, que no impide el escaneo repetido.
Se midieron once parámetros de textura en cinco distancias diferentes −que totalizaron 55 variables−, que se computaron y se analizaron con el software MATLAB. De ellos, dos generaron evidencia estadística significativa: entropía y suma de promedios. La primera indica el grado de desorden entre los píxeles en la imagen, en tanto que la segunda apunta la media de las sumas de los valores de los píxeles en la imagen. Los queratoquistes exhiben una mayor uniformidad y un menor grado de desorden de niveles grises que los amelobastomas.
“La principal ventaja de este tipo estudios reside en la posibilidad de obtener un resultado definitivo más rápido mediante imágenes, lo que brinda un tratamiento más seguro”, dice Ferreira Costa. “Incluso porque las extracciones de ambos tipos de lesiones se efectúan de maneras diferentes: los queratoquistes se remueven según su tamaño con posterior raspado o legrado, en lo que constituye un tipo de intervención quirúrgica más tranquila, mientras que los ameloblastomas demandan un margen de seguridad y de resección ósea mayor debido a su comportamiento agresivo.”
La mejora y la ampliación del objetivo del trabajo
Con los resultados prometedores que demostraron que ciertas características de las lesiones verificadas en las imágenes de resonancia magnética pueden emplearse para caracterizar ameloblastomas y queratoquistes, con una importante suplementación diagnóstica, los estudios siguientes incluirán también a otros tipos de lesiones. Ejemplo de ello son los ameloblastomas uniquísticos, que son más raros, y los queratoquistes odontogénicos ortoqueratinizados. Ambos aún no han sido analizados.
Otra limitación que los investigadores estiman que debe tenerse en cuenta en futuras investigaciones reside la muestra relativamente pequeña estudiada. Como el análisis de textura se basa en la intensidad de la señal de pares de píxeles, esto significa que los resultados saldrían mejores no solamente con una mayor cantidad de pacientes, sino también con la observación de lesiones más voluminosas.