Valladolid, sede de las pruebas del estudio internacional sobre el Síndrome del Dolor Fantasma
Cristina G. Pedraz/DICYT Los investigadores que participan en el estudio internacional promovido por Andade (Asociación Nacional de Amputados) y financiado por la Fundación Mapfre para conocer el origen del Síndrome del Dolor Fantasma (SDF) se encuentran estos días en Valladolid para la realización de las pruebas biopsicosociales a los voluntarios que colaboran en el trabajo. En los días pasados han estudiado más de una veintena de casos en Sevilla y Santiago de Compostela, y desde ayer y durante el fin de semana analizarán cerca de 25 en la capital vallisoletana. Una de las científicas que participa en la investigación, Soraia Cristina Tonon Da Luz, de la Universidad del Estado de Santa Catarina de Brasil (UDESC), ha detallado a DiCYT la naturaleza de las distintas pruebas que se están llevando a cabo.
“Estamos realizando pruebas de termografía para conocer la temperatura del muñón y comparar si hay una mayor sobrecarga o no en las personas que tienen el SDF, y también si la extremidad del muñón tiene más o menos temperatura en estos pacientes”. Como precisa la investigadora el estudio cuenta con dos grupos de personas, las que sufren dolor fantasma y las que no, con el objetivo “de cruzar datos y comparar los resultados”.
En este sentido, se están desarrollando también pruebas sobre la variabilidad de la frecuencia cardiaca. Se trata de que el paciente esté tumbado durante 20 minutos para comprobar la relación del dolor con la actividad del sistema nervioso autónomo parasimpático y simpático. Por otro lado, se valora la historia clínica para conocer la evolución del paciente desde el origen del problema hasta el momento de la amputación. Los investigadores del estudio han observado indicios de que los pacientes cuya amputación tiene un origen traumático presentan habitualmente dolor fantasma, frente a los que tuvieron una cirugía planificada. En la misma línea, se estudiará el tipo de cirugía que se llevó a cabo.
Por otra parte, se realizarán cuestionarios validados de tipo psicológico y sobre la calidad de vida de estas personas, que incluirán un mapa del cuerpo humano donde tendrán que indicar en qué lugares sienten el dolor fantasma. “Hemos visto personas en las que el SDF está totalmente desesctructurado, sienten pinchazos, hormigueo y calambres, una sensación incapacitante y es importante que las personas indiquen donde le pasa, porque se puede tratar”, asegura la investigadora, quien añade que lo ideal sería empezar a tratar el dolor inmediatamente después de la cirugía.
La muestra incluye a amputados de miembros inferiores de distintos niveles y causas traumáticas, mayores de 18 años, de ambos sexos y con o sin dolor fantasma. Tanto la doctora Soraia Cristina Tonon Da Luz como la experta en dolor de la UDESC Julia Barcellós analizarán los datos obtenidos. “Creo que a abriremos nuevas líneas de investigación con los resultados del estudio y no solo sobre el dolor fantasma, hay otras muchas cosas que podemos conocer y que aún no se han estudiado”, asegura la especialista.
Los primeros resultados, en octubre
El equipo de investigación, formado también por científicos de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, espera tener los primeros resultados del trabajo en el mes de octubre. El objetivo, tal y como ha avanzado Soraia Cristina Tonon Da Luz, “es celebrar un congreso científico donde se entregará a todos los participantes un informe con los resultados obtenidos, ya que es muy importante que la persona tenga conciencia de lo que la pasa para aumentar su calidad de vida”.