Agroinnova amplía su patente de patatas para microondas a Europa, Japón y Estados Unidos

Beatriz G. Amandi/DICYT La empresa Agroinnova, ubicada en Tordesillas, ha iniciado los trámites para ampliar la patentes de su barqueta de patatas para microondas a Europa, Japón y Estados Unidos, con la finalidad de ampliar el mercado en que presentar su novedoso producto. Se trata de una bandeja especial, con una tapa también especial que permite una cocción en microondas de un determinado tipo de patata manteniendo todas sus características culinarias y alimenticias. El producto se comercializa en España desde hace un año a través de la empresa asociada Las patatas del abuelo. En esta fecha finalizó la investigación realizada por Agroinnova en colaboración con investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que brindó la posibilidad de patentar esta modalidad de envase de patata bajo el nombre de Hortifres.

Según ha señalado a DICYT el técnico de Calidad de la empresa Juan Manuel Coello de Paz, la investigación se llevó a cabo durante un periodo de dos años a través de un proyecto PETRI, desarrollado con científicos del CSIC en Murcia.

Para el desarrollo de la investigación tomaron como referencia algunos estudios de mercado existentes en Europa que mostraban una demanda por parte de los consumidores de un producto de este tipo. Entonces, la empresa vallisoletana se planteó dar salida a esta necesidad y comenzó a estudiar los diferentes materiales existentes para las bandejas, así como también para el plástico que lo recubre y las variedades de patata más adecuadas.

En colaboración con el CSIC, comenzaron a realizarse los análisis de envases, comportamientos gaseosos y conservación. Tras numerosas pruebas se decidió la cantidad de patata y la forma del envase más adecuada. Se trata, según indica Juan Manuel Coello, de conseguir que se cree en el interior del recipiente una atmósfera de vapor adecuada para la cocción de la patata. Para ello, se emplean unas válvulas de aire colocadas en el plástico que sella el envase, que con el efecto del microondas permiten el paso de aire en la cantidad adecuada para cocer la patata. Estas válvulas no están colocadas al azar, sino que han sido probadas en diferentes localizaciones hasta dar con las más óptimas.

Una atmósfera modificada para mejor conservación

Otro de los aspectos de la investigación se centró en los problemas que plantea el envasado de este tipo de productos frescos y su conservación. Inicialmente se planteó el uso de una atmósfera modificada en el interior del envase, para incrementar los tiempos de conservación y evitar la aparición de agentes microbianos y levaduras. Así, las tres posibilidades que se plantearon pasaban por la introducción en el envase de dióxido de carbono, que tienen una función antifungistática y antibactericida; de nitrógeno, que permite mantener una atmósfera inerte; o bien de argón.

Los resultados de esta parte de la investigación demostraron que la propia patata genera dióxido de carbono el tiempo que está envasada, por lo que se optó por no modificar la atmósfera interior del recipiente, ya que se modifica ella misma por la acción de la patata y se incrementaba su conservación hasta 21 días. Sin embargo, este descubrimiento obligó a modificar el tipo de plástico que recubría el envase para adaptarlo para evitar que el dióxido de carbono generado por el tubérculo se evaporase.

Las pruebas de solanina

Uno de los principales problemas que plantea la patata en su conservación es la aparición de solanina, un compuesto que genera el propio producto por efecto de la luz solar y que supone la aparición de un tono verde en el tubérculo. Esta solanina es tóxica si se consume en grandes cantidades, especialmente para los niños y las personas de edad avanzada.

Así, los investigadores han conseguido que la producción de solanina en las patatas de microondas se reduzca precisamente por el efecto del film que lo recubre y por el dióxido de carbono que contiene el recipiente.

Pioneros en trazabilidad

Agroinnova dispone de un sistema pionero de trazabilidad a través de Internet que permite al consumidor obtener, a través de la web de la empresa, todos los datos relativos al producto que ha comprado con tan sólo teclear el número de lote de la etiqueta. Según Juan Manuel Coello, desde el presente mes de enero es obligatorio para la industria alimentaria poner a disposición del consumidor la trazabilidad de sus productos. Sin embargo, Agroinnova hace ya dos años y medio que ofrece esta posibilidad a sus clientes. A través de la web, se puede conocer todo el ciclo de vida del producto, desde el lugar en que ha sido cultivado, los productos fitosanitarios que se han empleado, la calidad de las tierras a través de las analíticas de suelo, etc.