Tecnología España Ávila, Ávila, Miércoles, 30 de junio de 2010 a las 18:51

“Antes de publicar una investigación hay que ver si es patentable para no destruir la novedad”

El abogado experto en patentes Jorge García impartió en la UCAV un taller sobre la propiedad intelectual en la investigación, dentro del proyecto T-CUE

MEG/DICYT Aportar una visión global del sistema de protección jurídica en el ámbito de la investigación universitaria fue el objetivo del curso que ha impartido hoy la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de la Universidad Católica de Ávila (UCAV), en el marco del Proyecto T-CUE de Transferencia de Conocimiento Universidad-Empresa, financiado por la Fundación de Universidades de Castilla y León. 

 

Bajo el título ‘Taller sobre la Propiedad Intelectual en la investigación científica. Especial atención a las tesis doctorales’, se pretende que “cualquier grupo de investigación o doctorando tenga las herramientas necesarias para poder detectar si su proyecto de investigación es patentable o no” antes de publicar y poder romper con ello el registro de novedad, subrayó Jorge García, De García Domínguez & Asociados, el encargado de impartir las tres charlas de la sesión a los profesores e investigadores de la UCAV, alumnos de Doctorado y al personal vinculado con la actividad de I+D+i y la transferencia de conocimiento.


En líneas generales, apuntó, un proyecto patentable sería aquél cuyos resultados son nuevos, tienen actividad inventiva y aplicación industrial. Su recomendación es consultar a la OTRI antes de publicar cualquier trabajo de investigación, el organismo encargado de determinar si un proyecto necesita ser patentado porque puede darse la situación de que una publicación de un estudio “destruya una posible patente”, y con ella la rentabilidad económica para la institución. En este caso se refirió a los doctorandos que trabajan en tesis que se derivan o conducen a proyectos de investigación. “Un error que suelen cometer es publicar sin ver si puede haber patente”, por eso “lo recomendable es que antes soliciten una autorización a la Universidad”, en este caso a la OTRI. La patente “se mantiene en secreto 18 meses”, así que con la petición de protección “no rompen el carácter de originalidad” que tiene que tener la tesis.

 

Lo adecuado, continúa el experto, es que los becarios de investigaciones y doctorandos “no tengan la libertad de decidir” si publican o no, no en vano el proyecto T-CUE “lo que intenta hacer es conseguir investigaciones rentables económicamente”, unos beneficios que “se obtienen con la protección”. La OTRI también se encargará después de “transferir los derechos de las patentes a las empresas interesadas” en lo que supondrá la materialización de la transferencia del conocimiento y el retorno “del dinero de la investigación” a través de los ‘royalties’, añadió.