Astrónomos del Bierzo comienzan a medir la contaminación lumínica de la comarca

Antonio Martín/DICYT Miembros de la Asociación Astronómica del Bierzo comenzarán hoy una serie de mediciones de la contaminación lumínica de la comarca. El trabajo de observación se realizará en consonancia con otros astrónomos de España, en el marco de un proyecto común. Esta iniciativa se denomina IACO (Investigación y Acción sobre el Cielo Oscuro) y parte de la Sociedad Malagueña de Astronomía. Con esta acción, este colectivo pretende concienciar de la importancia de "preservar los cielos oscuros" y "mostrar las consecuencias que implican un mal alumbrado".

"La sensibilidad ante la contaminación lumínica va más allá de la capacidad de ver las estrellas en el cielo", explicó a DiCYT Jesús Valero, presidente de la asociación berciana. Según explicó, las luces nocturnas tienen efectos negativos en seres humanos, animales y en términos económicos. "Se sabe que cuando se conduce, loo cambios de luz causan fatiga en la visión", ejemplificó. Para la fauna, las luminarias públicas mal diseñadas son más dañinas: "Afecta especialmente a invertebrados nocturnos, como insectos, a rapaces nocturnas y a aves migrantes. Muchas de estas últimas se guían por las estrellas. Si no las pueden observar, se pierden". En líneas generales, según considera, "la contaminación lumínica representa un derroche energético importante" si las luces públicas emiten sus halos hacia el cielo, ya que esa energía no es aprovechada.

Para realizar la medición, el proyecto IACO ha centrado la observación en tres constelaciones: Osa Mayor, Leo y Orión. Cada una está, en estos momentos del año, en tres puntos cardinales diferentes, de manera que el observador pueda cubrir todo el cielo. La Osa Mayor se sitúa a principios de marzo al Norte, Leo al Este y Orión al Oeste. El trabajo astronómico se realizará en todo El Bierzo. Para facilitar la observación, la organizadora, la Sociedad Malagueña de Astronomía, ha remitido unas cartas en las que se debe hacer constar la magnitud, la temperatura y la humedad. También instrucciones precisas sobre las horas de la actividad: será entre 20.00 y 22.00 horas, hasta el 16 de marzo.

La magnitud

La magnitud es un concepto desarrollado por el astrónomo griego el siglo II antes de Cristo Hiparco de Nicea (190 a.C.-120 a.C, aproximadamente). El autor del primer catálogo de estrellas estableció una escala del brillo de estos cuerpos astrales a primera vista, de uno a seis, según su mínima y máxima luminosidad. Según las muestras realizadas por Jesús Valero en 2009, la ciudad de Ponferrada se encuentra en una situación "muy preocupante". Desde su Plaza Mayor, la magnitud que se alcanza es dos, esto es, por debajo del brillo de la Osa Mayor. Otras localidades de El Bierzo (oeste de León) tienen mejores parámetros, según estas observaciones. La localidad de Balboa, en el extremo occidental de la comarca junto al límite con Galicia, alcanza la magnitud seis. Las otras dos constelaciones que se observarán en el proyecto IACO poseen las siguientes magnitudes: Orión, entre cero y uno (es más brillante que la Osa Mayor), y las principales estrellas de Leo entre 0'5 y 4.

La actividad astronómica no necesita de telescopios para su realización. El objetivo es reconocer estas figuras en el cielo una vez producido el ocaso. Sí requiere, sin embargo, conocimientos previos sobre reconocer las constelaciones. Los socios de la Asociación Astronómica del Bierzo pretenden involucrar en la actividad a colegios y la población en general. "En Andalucía, de donde parte la iniciativa, hay bastante sensibilización. En Castilla y León hay más ausencia de compromiso en este sentido", apuntó Valero. Formalmente, la actividad debió comenzar ayer, pero los cielos cubiertos y las lluvias lo impidieron. Los participantes confían en que esté despejado esta noche. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé nubosidad para toda la semana y menos nubes a partir del domingo.

Registros en seis provincias de Castilla y León

El mapa digital que se desarrolla en el proyecto IACO muestra un gran vacío en la submeseta norte. Apenas hay datos de Castilla y León, comparados con las numerosas muescas de comunidades autónomas como Madrid, Comunidad Valenciana y Andalucía (de donde partió la iniciativa). Seis provincias (Ávila, Burgos, León, Salamanca, Segovia y Zamora) tienen registrados los niveles de contaminación lumínica en al menos un lugar. En líneas generales, al realizarse los escasos muestreos en zonas rurales, las magnitudes son altas, entre cuatro y seis.     En la provincia de León los datos varían de la máxima nota en Balboa a la magnitud dos del centro de Ponferrada y la tres del núcleo urbano de Astorga. En Zamora hay gran visibilidad en Mahide (comarca de Aliste), y muy aceptable en cerca de Almaraz de Duero y Corrales. La capital presenta un indicador de cuatro. El único registro de Salamanca muestra que Sequeros es un lugar óptimo para la observación de las estrellas. La situación se repite en Cabezas de Bonilla (Ávila). En Segovia, el índice de contaminación lumínica varía entre la magnitud tres de la capital, cuatro en El Espinar, y seis en La Losa. Aranda de Duero (Burgos), a pesar de ser un núcleo urbano, alcanza una magnitud de cuatro.