Science Spain , Burgos, Monday, March 01 of 2010, 13:18

"Atapuerca puede ayudarnos a mejorar el funcionamiento social y económico de nuestra especie"

Los tres codirectores de Atapuerca, nombrados doctores honoris causa por la Universidad de Burgos, hablan de sus objetivos a corto y largo plazo

Elena Rodríguez Montes/DICYT Llevan casi 20 años al frente de los yacimientos paleontológicos de la Sierra de Atapuerca. Desde 1991, Eudald Carbonell, José María Bermúdez de Castro y Juan Luis Arsuaga son los codirectores de los yacimientos en los que han aparecido los restos humanos más antiguos de Europa. Ocurrió el 8 de julio de 1994, una fecha que los tres, confiesan, jamás olvidarán. Bermúdez de Castro y Carbonell coinciden en señalar ese momento como el más emocionante de los que han vivido en la Sierra; Arsuaga se remonta al año 1992 cuando encontraron el Cráneo 5 que para él “marcó el comienzo de la era de los grandes descubrimientos”, ha explicado a DiCYT.

 

El 30 de abril de 2010 constituye ahora otra fecha importante en su calendario: la Universidad de Burgos los investirá como Doctores Honores Causa, el reconocimiento de mayor prestigio que otorga una institución académica. De esta forma, la Universidad de Burgos (UBU) premia a estos tres científicos de prestigio internacional en el estudio del origen, la evolución y el comportamiento de los humanos. Los tres han compartido con DiCYT lo que significa para ellos ser los próximos Honoris Causa de la UBU. 

 

“Esto me supone una grandísima alegría, sobre todo porque se trata de la Universidad de la ciudad en la que vivo ahora y donde desarrollo mi trabajo. Agradecemos la investidura porque nos honra y a su vez nos obliga a seguir trabajando por este proyecto que ya ha cumplido 30 años”, señala el paleontólogo José María Bermúdez de Castro, también director del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana, CENIEH. Una percepción que comparte el catedrático de Paleontología en la Universidad Complutense de Madrid, Juan Luis Arsuaga, que califica el nombramiento como “lo máximo que podían concedernos”. Para Eudald Carbonell, director del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social, se trata de mucho más que un premio académico. “Es un reconocimiento social”, afirma, algo que lo dota aún de más valor por la importancia que Carbonell siempre ha dado a involucrar a toda la ciudadanía, expertos y no expertos, en el proyecto de Atapuerca.

 

Por lo tanto, todos coinciden en que se trata de "una buena ocasión por tanto para hacer memoria y recordar los grandes episodios vividos en la Sierra de Atapuerca". Los descubrimientos que a lo largo de sus años como codirectores se han producido en estos yacimientos ocupan el puesto número uno en el ranking de los momentos más especiales que han compartido. El Homo Antecessor representa aquí un papel protagonista: sus primeros restos aparecieron el 8 de julio de 1994 y unos años después, en 2007 el equipo de las excavaciones encontró una mandíbula humana en la Sima del Elefante cuya antigüedad era de 1.200.000 años.

 

Atapuerca se convirtió así en lugar de referencia para el origen de la vida en Europa y nació la historia de el primer europeo. Para Bermúdez de Castro y para Carbonell, el 8 de julio de 1994 contiene los momentos más “espectaculares y mágicos” de los vividos hasta ahora. Arsuaga va un poquito más atrás y se queda con el Cráneo 5, también llamado Miguelón, hallado en la campaña de 1992 en la Gran Dolina. Este cráneo es el más completo de los que constituyen el registro fósil mundial y para Arsuaga marca “el inicio de la era de los grandes descubrimientos que hasta ahora, nadie ha superado”, sentencia.

 

Futuro

Pero los codirectores de Atapuerca no se anclan en el pasado. Bermúdez de Castro ha comentado que la principal tarea de los próximos años será continuar avanzando en los yacimientos que tantas alegrías les han deparado a lo largo de estos años. “Gran Dolina, Sima de los Huesos o Sima del Elefante son proyectos muy buenos que están dando resultados y por eso no consideramos necesario por ahora abrir nuevos yacimientos. Tenemos una excavación grande y compleja. Además, estamos en crisis y aunque contamos con el apoyo económico de Castilla y León y la Fundación Atapuerca, somos conscientes de que no debemos forzar demasiado la máquina”, añade el paleontólogo.

 

En el plan futuro de Eudald Carbonell figura continuar siendo un equipo internacional, capaz no sólo de generar más conocimientos sobre evolución humana sino de socializarlos y de que “todo Burgos, Castilla y León, España y Europa perciban la importancia de este proyecto que puede ayudarnos a mejorar el funcionamiento social y económico de nuestra especie”. Por su parte, Juan Luis Arsuaga se queda en un horizonte más próximo y confiesa que están ultimando una serie de artículos sobre la anatomía de los fósiles encontrados en Atapuerca. “Nuestros retos no son sólo a largo plazo, tenemos retos todos los meses y este 2010 nuestro reto científico pasa por la publicación de estos artículos”, concreta Arsuaga.


El papel de la UBU en el horizonte del proyecto de Atapuerca

 

La relación de los tres codirectores con la Universidad de Burgos se remonta a 1996 cuando la UBU los propuso como candidatos al Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, galardón que obtuvieron al año siguiente. Además, la UBU procedió a la contratación de profesorado vinculado a las áreas de Paleontología y Prehistoria proveniente de los equipos de dichos investigadores. Por eso los tres coinciden en señalar que Atapuerca y la Universidad deben ir de la mano e intensificar sus lazos durante los próximos años. Un ejemplo de ello es el Máster en Evolución Humana que se está gestando y que Arsuaga espera que sea referente europeo para el estudio de la Prehistoria. “Aquí tenemos otro gran reto: conseguir financiación para llevar a cabo este Máster”, apunta. “Es nuestra oportunidad para desarrollar estudios de evolución humana competitivos con los que cuentan otros lugares del mundo y tenemos todos los mimbres para elaborar ese cesto”, añade Bermúdez de Castro.