Castilla y León registra 1.600 ejemplares de lobo, un 20% más que en el pasado censo
CGP/DICYT El director general de Medio Natural, José Ángel Arranz, ha presentado hoy el nuevo censo del lobo en Castilla y León. El trabajo, en el que han participado 650 agentes medioambientales, celadores de medio ambiente y técnicos de la Junta, marca un hito en el estudio de la especie en Europa pues analiza el cien por cien del territorio de Castilla y León. El censo arroja un total de 179 manadas, lo que representa un incremento del 20 por ciento con respecto al censo de 2001, de las que 152 corresponden al norte del río Duero (132 en el año 2001) y 27 manadas al sur del Duero (17 en 2001).
La reproducción se ha confirmado en el 73 por ciento de las manadas determinadas. Se calcula que, en época estival, y considerando tanto los ejemplares que componen las manadas como los solitarios, hay 1.600 lobos en Castilla y León, según la información de la Administración regional recogida por DiCYT.
Para analizar todo el territorio, se ha diseñado una red de itinerarios de 21.000 kilómetros y se ha cubierto, como mínimo, 20 kilómetros de rastreo a pie por cada cuadrícula de 100 kilómetros cuadrados, lo que supone un total de 1.068 cuadrículas censadas. En total, se han inspeccionado 51.200 kilómetros a pie.
Al sur del Duero, donde la especie está protegida por la Unión Europea, el área de distribución del lobo ha aumentado en un 26 por ciento (260 cuadrículas con presencia de la especie frente a 208 en el censo del año 2001). Asimismo, el incremento de manadas respecto a 2001 es notable y ello supone que esta especie está en disposición para avanzar hacia el sur en su área de distribución. Al norte del río Duero, la población del lobo también se incrementa de una forma especialmente próspera en el tercio norte (reservas regionales de caza en León y Palencia), en el oeste leonés y en la provincia de Zamora.
En la franja más oriental de Castilla y León (alto Ebro y Sistema Ibérico en Burgos y Soria) los ejemplares mantienen pocos grupos familiares si se toma como referencia la buena calidad potencial del medio y la alta disponibilidad de alimento de la zona. En lo que respecta a la zona centro de Castilla y León, meseta castellana y Tierra de Campos, el lobo está presente de forma homogénea, pese a que el informe apunta a un ligero descenso de la población potenciado por las limitaciones al depósito de carroñas establecidas por la Unión Europea tras la crisis de las vacas locas.
Por otra parte, hay que destacar que un buen número de manadas campean en cuadrículas limítrofes con otras regiones españolas y con Portugal, por lo que es esencial el censo nacional para evitar dobles conteos, tanto en las manadas detectadas en Castilla y León como en el resto de censos autonómicos.
Plan de conservación
El Plan de Conservación y Gestión del Lobo en Castilla y León contempla la realización de censos regionales del lobo cada diez años con el fin prioritario de diagnosticar la evolución y tendencia de la población en nuestra comunidad. El nuevo censo regional cuyos resultados se integrarán en el censo nacional del lobo que están realizando las comunidades autónomas con la coordinación del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. El estudio tiene como objetivo inventariar las manadas (grupos familiares de lobos) a través de una metodología que permite la elaboración de itinerarios a pie en búsqueda de acumulación de indicios depositados o realizados por los lobos, estaciones de espera y escuchas para detectar cachorros. Además, se han recopilado y analizado miles de datos de presencia de esta especie a través de avistamientos, foto-trampeo, daños a ganadería, caza, y control de atropellos, entre otros.
El censo se ha desarrollado durante dos años completos (2012 y 2013); en 2012 se analizó el área situada al sur del Duero y todas las reservas regionales de caza y, en 2013, se repitió la prospección en las cuadrículas de la línea del Duero y se censó toda la superficie al norte del río, incluidas las reservas.