Convierten neumáticos viejos en concreto hidráulico
Agencia ID /DICYT Durante la última edición de la Semana Nacional Pyme Bicentenario, realizada en fechas recientes en la ciudad de México, fueron reconocidos emprendedores, empresarios e instituciones financieras que han contribuido al progreso de las micro, pequeñas y medianas empresas del país. Un caso relevante es el de empresa Tiresys, que de manos del subsecretario del ramo en la Secretaría de Economía, Miguel Marón Manzur, recibió el galardón Pyme 2010 en la categoría Proceso más innovador por el desarrollo de un método tecnológico-ambiental orientado a la trituración y reciclado de neumáticos.
El leitmotiv de esta empresa de base tecnológica fue emplear un problema de desecho para fabricar concreto hidráulico. En entrevista, Gerardo Pagaza Melero, director de la firma, explicó que las llantas al concluir su ciclo de vida constituyen uno de los más graves problemas medioambientales de los últimos años. De hecho se estima que México genera al año 35 millones de estos desperdicios, y tan solo en el Distrito Federal contribuye con al menos seis millones, cantidades que terminan en basureros al aire libre.
Así, la empresa Tiresys desarrolló un proceso tecnológico-ambiental de bajo costo para la trituración y reciclado de neumáticos en la que se requiere poco consumo de energía eléctrica, además de ofrecer un esquema de movilidad y modularidad, cualidades que permiten moler una cantidad considerable de llantas anualmente y destinarlas en la fabricación de concreto hidráulico.
“Para las llantas sólo existen dos alternativas de reciclaje, las quemamos y utilizamos como energía en los hornos de cemento o trituramos y lo reducimos a pedazos de hule para emplearlos en el concreto como arena”, expuso Pagaza Melero.
De acuerdo con el empresario, el proceso desarrollado por su firma es de tipo mecánico, donde se reduce el neumático en desuso a lo largo de una secuencia de pasos consecutivos, y como resultado se obtiene un gránulo de hule o caucho de uno a tres cuartos de espesor, según sea el componente utilizado de la llanta.
Para este desarrollo se creó una serie de equipos destinados a realizar cinco operaciones necesarias para el proceso. En la primera se separan los costados del neumático del área de rodamiento o piso; posteriormente, de ellos se retira la ceja, cuyo material resulta complejo de realizarlo, debido al metal que contiene dentro.
Después se pasa a una máquina denominada chipeadora, en ella se generan los chips o nódulos de uno a tres cuartos de pulgadas que se obtienen del costado del neumático. Posteriormente, el piso de la llanta en forma de rosca, que incluye metal, fibra y hule, se corta y da forma a una banda o tira larga, la cual se ingresa a otra máquina conocida como chipeadora vertical, cuya función es hacer tiras delgadas.
Finalmente, con ellas se hace el otro corte para obtener cuadros o chips y este producto final se incorpora directamente al cemento hidráulico, añadió el empresario.
De acuerdo con el titular de la empresa Tiresys, al disponer de este material en el cemento hidráulico, se aumenta el coeficiente de fricción en el pavimento, de tal manera que los autos pueden frenar más rápido y evitar accidentes automovilísticos. Además, se pretende garantizar que el concreto hecho con los residuos de llanta presenten una duración de al menos 20 años, un periodo mayor al que se obtiene empleando métodos tradicionales.
Además, el empresario expuso que su proceso cuenta con la facilidad de movilidad, pues cada máquina puede trasladarse para cubrir la actividad del proceso de reciclado. Ello promete un concepto de sustentabilidad dentro de una ciudad o estado, pues se resuelve el problema ambiental en donde se genera, sin necesidad de transportarlo.
En ese sentido, indicó que se estableció un convenio con una empresa que se dedica a la fabricación de cemento hidráulico, dicho contrato constituye una colaboración por cinco años para la compra del hule, cuyo producto es obtenido de los neumáticos.
Es de destacar que este método también puede utilizarse en la fabricación de impermeabilizante, empaques para motores y en la industria de bolsas y tapetes, así como suelo de espacios recreativos, entre ellos, canchas de futbol, parques y jardines infantiles, por lo que el producto de la galardonada empresa tiene diferentes nichos de oportunidad.
El titular de Tiresys refirió que en 2008 el desarrollo contó con recursos otorgados por el Fondo de Innovación Tecnológica, que operan la Secretaría de Economía y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, el cual busca apoyar a las microempresas, pequeñas y medianas empresas que generen negocios a partir del conocimiento.