Cultivos hidropónicos y aeropónicos: cuando la tierra deja de ser necesaria
BGA/DICYT La Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia ha acogido esta mañana una charla del catedrático Luis Manuel Navas que abordó algunas de las aplicaciones tecnológicas más punteras en el cultivo agrario, como son las empleadas actualmente en Japón para la producción de hortalizas basándose en técnicas que no utilizan soporte para las plantas, sino que consiguen su nutrición a través del vapor o del agua. Con estas prácticas consiguen una mejor calidad y eficiencia de los cultivos.
Estas técnicas, conocidas como hidropónicas (las plantas se nutren a través del agua) o aeropónicas (las plantas no tienen soporte y se alimentan a través del vapor) comenzaron a ser utilizadas por la NASA para conseguir alimentos para los astronautas que estaban en las estaciones orbitales. Actualmente son muy empleadas para la producción de hortalizas en Japón, ya que permiten un mayor control del crecimiento y nutrición de las mismas, así como de sus necesidades.
En este sentido, Luis Manuel Navas indicó que las técnicas aeropónicas son las más novedosas, y que en España -concretamente en Madrid- ya se han realizado algunos proyectos piloto. Sin embargo, no se conocen aún explotaciones basadas en esta fórmula, aunque el experto resaltó que serían de gran interés para la producción de hortalizas.
Nutrientes 'al vapor'
En el caso de los sistemas aeropónicos, se trata de plantas que no tienen ningún tipo de soporte y mantienen sus raíces al aire, de modo que toman el alimento a través del vapor del aire que se consigue en las instalaciones. Es este vapor el que proporciona los nutrientes a través del agua condensada. Según apuntó Navas, esto permite un mayor control del crecimiento de las plantas, puesto que se puede hacer que el vapor del aire contenga unos nutrientes u otros, en función de las necesidades de crecimiento de las plantas.
Durante su charla, el experto también hizo referencia a otras técnicas que aplican nuevas tecnologías a la producción, como son la teledetección, la telegestión y la agricultura de precisión, que permite el cultivo de las tierras a través de maquinarias que no requieren un control in situ de una persona, sino que son controladas a través de diferentes dispositivos que, además, permiten medir el rendimiento y las necesidades de cada zona de cultivo a través de sensores y sistemas GPS.