Dos emprendedoras vallisoletanas crean la primera consultora dietético nutricional de la región
Cristina G. Pedraz/DICYT Gema Gallego y Natalia Hernández, diplomadas en Nutrición Humana y Dietética por la Universidad de Valladolid, trabajan en la creación de la primera consultora dietético nutricional de Castilla y León, Addiva, en el marco del Proyecto de Tranferencia de Conocimiento Universidad-Empresa (T-CUE). Su objetivo es llegar a todo tipo de empresas que necesiten asesoramiento en materia nutricional, como restaurantes, catering, balnearios o residencias para mayores, una figura que actualmente “no existe en la comunidad”. Así lo subraya Gema Gallego, quien ha explicado en declaraciones a DiCYT las diferentes necesidades de la región en este sentido.
“Cada vez hay más gente obesa en Castilla y León. Hay muchos niños con sobrepeso y Sanidad se está gastando mucho dinero en las complicaciones derivadas de la obesidad. Si se invirtiera en realiza un control nutricional de la población se ahorraría muchísimo dinero”, señala la experta, a quien le avalan los datos. Aproximadamente un 39 por ciento de los adultos españoles padece sobrepeso y un 16 por ciento son obesos. Pero son los niños los que está sufriendo especialmente esta enfermedad y cada día son más numerosos los casos de diabetes infantil. Hay más de un 25 por ciento de pequeños con exceso de peso, y la situación es más preocupante en las niñas, cuya cifra de obesidad se ha triplicado en apenas 15 años: en 1984 no llegaba al 5 por ciento y ahora alcanza al 14 por ciento.
Sin duda, la mejora de la salud es el principal valor añadido que pueden aportar las emprendedoras, pero no el único. A nivel de negocio, la época de crisis propicia que muchas empresas intenten diferenciarse para ser más competitivas. A su juicio, la mejora en la atención nutricional puede ser la clave para diferenciarse, al estar en una época “en la que a la gente le gusta estar bien y se preocupa por su salud”. Por ejemplo, un restaurante que especifique los componentes de sus platos para ofrecer mejor servicio a las personas alérgicas o realice sugerencias en función de las necesidades nutricionales del cliente.
“Son muchas las personas alérgicas a productos que no están bien especificados en las cartas. La gente con algún tipo de patología relacionada con la alimentación le cuesta mucho salir a comer fuera, lo ven como un riesgo para su salud. El tener la confianza de que no te va a pasar nada comiendo en un restaurante es muy importante, si observan que en la carta se detallan los componentes”, apunta la nutricionista, quien asegura que aportar este servicio no encarecería el precio del menú. Se trata así de que los clientes perciban que el restaurante se preocupa por su salud, y no sólo por “hacer caja”, un valor del que ya se han dado cuenta empresas de la zona de Levante, País Vasco y Navarra.
Otro sector en el que esperan operar es el de las residencias para mayores. En su opinión, estos centros se ahorrarían dinero sólo con cuidar la alimentación de sus internos. “Hay muchas personas mayores mal nutridas y nos gustaría poder entrar en este sector. Si se alimenta bien a estas personas pueden tener mayor movilidad, no necesitarán tantas personas para su atención y tendrán mayor autonomía”, afirma. Además, prevén asesorar a particulares que sufran alguna enfermedad o simplemente deseen perder peso; realizar charlas divulgativas e incluso organizar cursos de manipulación de alimentos.
Profesión nueva y sin demasiadas salidas
Tal y como advierte Gema Gallego, la profesión de nutricionista “es muy nueva y no está reconocida”. Asimismo, existe “mucho intrusismo” y las oportunidades de trabajo son escasas. Por estos motivos decidieron emprender su propio proyecto empresarial. “No teníamos nada que perder, nos gusta esta profesión y estamos luchando porque se nos reconozca”, apostilla.
Pese a su juventud, las dos emprendedoras cuentan con una amplia experiencia profesional. Gracias a una beca realizaron una guía de menús saludables para los comedores escolares y trabajaron como asesoras y supervisoras de los menús que se cocinan en los centros de la Junta de Castilla y León. Asimismo, han ejercido su profesión en centros de herbodietética, han pasado consulta individual en clínicas y han participado en la Estrategia NAOS (Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad) haciendo una valoración y seguimiento nutricional de niños de la región. “Es importante buscarse la vida para seguir trabajando en este ámbito, porque la nutrición es un campo que está cambiando muy rápido. Hay nuevos conocimientos y evolución constante, y si no estás en este campo te descuelgas”, concluye la experta.