Salud España , Valladolid, Lunes, 25 de enero de 2010 a las 17:20

Un estudio muestra las características antropométricas de los vallisoletanos mayores de 65 años

Los expertos establecen tres segmentos de edad según las mediciones en hombres, de 65 a 74 años; de 75 a 89 y mayores de 90

CGP/DICYT La antropometría, la ciencia que estudia las dimensiones del cuerpo humano, es útil para comprender los cambios físicos que suceden en el hombre. En ellos tiene vital importancia la dieta, e incluso se puede estimar el estado nutricional de una persona teniendo en cuenta sus medidas corporales. Con el fin de conocer cómo evoluciona la antropometría a lo largo de la vida y poder utilizar estos datos como base para otro tipo de trabajos, investigadores del Departamento de Biología Celular, Histología y Farmacología y del Grupo de Química Analítica y Electroquímica de Materiales (Quiane) de la Universidad de Valladolid han coordinado un estudio antropométrico de la población sana mayor de 65 años residente en la ciudad.

 

Según ha precisado en declaraciones a DiCYT Enrique Barrado Esteban, responsable del grupo de investigación Quiane, este trabajo ha centrado una tesis doctoral y ha tomado como referencia a los ciudadanos igual o mayores de 65 años, tanto a aquellos que viven en su propio domicilio como a los “institucionalizados” en residencias públicas o privadas.

 

Tras un estudio demográfico “exhaustivo” se seleccionó la muestra representativa por sexo, edad y lugar de residencia. Los investigadores han utilizado parámetros antropométricos directos como el peso en kilogramos, la talla en metros, los pliegues abdominal, bicipital (a nivel del bíceps), subescapular (del músculo que se origina en el lado inferior del ángulo del hombro y se inserta en el húmero) o tricipital (en la parte posterior del brazo) en milímetros, y los perímetros branquial, de cintura y de cadera en centímetros, y han elaborado tablas con valores promedio, la desviación estándar y diversos percentiles.

 

Posteriormente han hallado una serie de valores indirectos como el Índice cintura cadera (ICC), que se obtiene dividiendo el perímetro de la cintura y el de la cadera; la circunferencia y el área muscular del brazo; el área grasa del brazo; el Índice adiposo muscular (IAM), que se calcula a partir de las áreas adiposa y muscular del brazo, y porcentaje de grasa utilizando un pliegue, dos o la suma de cuatro.

 

Tres segmentos de edad

 

Tal y como refleja el estudio, los parámetros individuales pueden servir para diferenciar las muestras por edad o tipo de residencia, mientras que para la caracterización de la población deben utilizarse como mínimo cuatro parámetros directos: el peso, la talla, un pliegue y el perímetro del brazo; o bien tres indirectos, el IMC (que incluye la relación entre peso y talla), el área muscular del brazo y el área grasa del brazo como indicador de la parte grasa. Por lo que se refiere a los segmentos de edad, en el caso de los hombres pueden reducirse a tres, de 65 a 74 años; de 75 a 89 y mayores de 90 años; y en el de las mujeres de 65 a 74 años; de 75 a 84 y mayores de 85 años.

 

Por otro lado, se ha estimado el valor nutricional de las dietas suministradas en 15 residencias públicas, privadas de coste medio y privadas de coste elevado. En este sentido, los investigadores aseguran que todos los parámetros nutricionales “están dentro de los valores recomendados”. En consecuencia, han concluido que las dietas “son equilibradas, la variabilidad de alimentos es adecuada, el grado de aceptación es bueno y el servicio es correcto, aunque no siempre las preparaciones son las más idóneas”.

 

Mejores grasas y más proteínas en las residencias privadas

 

El análisis estadístico de los datos indica que en las residencias públicas la ingesta de fibra y colesterol es mayor que en las privadas, y dentro de éstas, en las de costo medio predomina la ingesta de grasa, el aporte de calorías provenientes de los ácidos grasos saturados y un mayor aporte energético. Finalmente, el trabajo pone de manifiesto que en las residencias privadas de coste alto es mayor el aporte de calorías provenientes de ácidos grasos no saturados y proteínas.

 

Los expertos consideran necesario que cada población y cada momento temporal disponga de sus propios datos antropométricos, ya que éste último estudio comparativo “muestra diferencias considerables con otros realizados en otros lugares y épocas”.