Salud España , Salamanca, Viernes, 04 de diciembre de 2009 a las 18:20

El Centro de Investigaci贸n del C谩ncer y la Universidad de California, en busca de claves del origen de los tumores

La investigadora Rosemary Akhurst, experta en el factor de crecimiento TFG-beta, ha visitado hoy el centro salmantino

JPA/DICYT Rosemary Akhurst, investigadora del Helen Diller Family Comprehensive Cancer Center de la Universidad de California en San Francisco (Estados Unidos), colabora con un equipo del Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca en la identificación de modificaciones genéticas que puedan estar relacionadas con la aparición de tumores. En concreto, la científica, que ha visitado hoy el centro salmantino tras participar en el simposio internacional Avances en las malformaciones vasculares hereditarias, que se ha celebrado esta semana en la capital salmantina, es experta en el factor de crecimiento TFG-beta.

 

La familia de TGF-beta regula muchas funciones celulares relacionadas con el desarrollo de tejidos, como la proliferación, la apoptosis (muerte celular programada), la diferenciación o la migración de las células. Estas moléculas tienen un papel muy importante en todo el desarrollo del organismo, por eso, TGF-beta está implicado en varias patologías humanas, como patologías autoinmunes y vasculares, pero también en cáncer.


“Mi principal línea de investigación es el estudio de la vía de señalización de TGF-beta en cáncer", ha explicado la científica a DiCYT, "en particular en su papel de esta molécula en el ambiente que rodea un tumor, en el estroma y en angiogénesis", que es la formación de nuevos vasos sanguíneos a partir de otros ya existentes. Akhurst y otros científicos de San Francisco colaboran con el grupo de investigación de Jesús Pérez Losada, investigador del CIC.

 

Algunas investigaciones en cáncer están relacionadas con la angiogénesis porque a medida que crece un tumor las células cancerígenas quedan más alejadas de los vasos sanguíneos y tienen más dificultades para recibir oxígeno y nutrientes, de manera que la célula manda señales para que crezcan nuevos vasos sanguíneos que van penetrar en el tumor y permitir que siga creciendo.

  

Akhurst ha participado en el simposio de malformaciones vasculares hereditarias organizado por José Miguel López Novoa, científico de la Universidad de Salamanca. En este sentido, ha comentado que “el estudio de las enfermedades genéticas nos permite saber más de la vía de TGF-beta y esto luego se puede aplicar en cáncer, son campos que interaccionan”, afirma la experta. “ A través de los pacientes que tienen mutaciones, podemos extrapolar conocimientos a otras patologías, como cáncer y enfermedades vasculares”, subraya la investigadora de la Universidad de California, que colabora con varios centros de investigación españoles.