Tecnología España , Valladolid, Martes, 28 de abril de 2009 a las 16:32

El Centro de Servicios y Promoci贸n Forestal patenta una novedosa herramienta para la extracci贸n de resina

Se trata de un sistema basado en una broca que se acopla a una m谩quina com煤n de poda en altura

Cristina G. Pedraz/DICYT El Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León (Cesefor) ha patentado una novedosa herramienta para la extracción de resina que posibilita obtener la misma cantidad de este producto y con la misma calidad que en los procesos manuales. Félix Pinillos, responsable del Área Forestal del organismo, ha precisado en declaraciones a DiCYT que se trata de un sistema basado en una broca que se acopla a una máquina habitual en la poda de altura y permite hacer incisiones de 12 centímetros.

 

En la actualidad, el proceso de recogida de resina ibérica (en España y Portugal) se realiza de forma manual, con los inconvenientes que ello supone: la necesidad de temporeros dispuestos a hacer un esfuerzo físico importante en el campo y a los que se debe formar previamente, al tratarte de un oficio “cualificado”. Estos factores han provocado el abandono en las últimas décadas de esta explotación forestal, tradicional desde principios del siglo pasado en las provincias de Segovia, Soria y Valladolid. A todo ello se suma la competencia china. El país asiático acapara el 70 por ciento de la producción mundial de resina gracias a una mano de obra barata y abundante, al tratarse de un proceso manual en el que para obtener rentabilidad priman estos aspectos. Así, en estos momentos tan sólo queda un centenar de profesionales del sector en Castilla y León.


Con la herramienta patentada se pretende revitalizar este apartado económico en la región, o al menos reducir los esfuerzos. En 1998 se celebró el Primer Simposio de la Resina, donde se presentó una máquina francesa para la recogida de resina cuyos resultados fueron “muy malos”. De los 3,5 kilogramos de resina que suelen obtenerse de cada pino la herramienta francesa sólo recogía uno. Tras esa prueba, comenzaron las investigaciones de Cesefor dirigidas “a mecanizar el proceso manteniendo el umbral de producción, la misma cantidad y en el mismo o menor tiempo”, señala Félix Pinillos, tras especificar que un kilo de resina se vende por 70 céntimos, lo que obliga a no bajar mucho la producción para obtener rentabilidad.

 

Supresión del trabajo de eliminación de la corteza


Hace cuatro años, Cesefor comenzó a realizar estudios en 1.600 pinos de determinadas parcelas de bosques segovianos encaminados a comprobar el tipo de incisión más adecuado, el sentido y la medida más eficiente o la periodicidad en que debían hacerse los cortes, lo que les proporcionó las “pistas” para desarrollar la herramienta. Las áreas Industrial y Forestal implementaron un sistema que incorporaba una broca tradicional de cuatro centímetros con un tubo al que se enganchaba una bolsa para recoger la producción a una podadora común.

 

Según explica el miembro del proyecto, el uso de esta broca no obliga a eliminar la corteza del árbol como sucede en la extracción manual, lo que roba bastante tiempo, y realiza un orificio de 12 centímetros del que se extrae la resina. Este ejercicio se puede llevar a cabo cada 14 días en sentido descendente.

 

En la próxima campaña de verano se probará definitivamente el sistema en determinadas explotaciones de las provincias de Soria y Segovia. Tal y como afirma Félix Pinillos, la principal ventaja radica en que todo lo que se produce en la península “está vendido” gracias a la calidad del producto. La primera transformación que tiene esta resina es en aguarrás y colofonia, que tiene un gran abanico de usos: desde chicles a ceras depilatorias, pasando por salsas de añadido en industria papelera o adhesivos de sobres

 

La extracción de resina, una actividad esencial para la región
Según recoge el estudio de la situación del sector elaborado por Cesefor antes de iniciar el proyecto, la extracción de resina es una actividad forestal “del mayor interés” en virtud de la elevada generación de empleo en las labores de monte; de la prevención y reducción del riesgo de incendios; de la conservación de los valores naturales y paisajísticos de las masas aprovechadas, y de ser fuente de una materia prima renovable, ecológica y demandada por multitud de industrias.