El Centro del Cáncer pretende identificar genes de susceptibilidad al cáncer de mama
JPA/DICYT Científicos del Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca han encontrado regiones génicas que regulan la variabilidad y susceptibilidad de la evolución del cáncer de mama. A partir de este trabajo, realizado en ratones modificados genéticamente, su objetivo es identificar qué genes en concreto son los que determinan el pronóstico de la enfermedad y cuáles podrían servir de biomarcadores en un futuro. Andrés Castellanos Martín, uno de los miembros del laboratorio que realiza la investigación, ha ofrecido hoy un seminario de investigación en el que ha explicado los últimos avances en este campo.
El investigador ha explicado que su objetivo es estudiar los mecanismos genéticos que regulan la variabilidad en pacientes con cáncer de mama. En estas pacientes lo natural sería esperar un pronóstico similar. Sin embargo, a pesar de tener características muy similares, es divergente. "Está aceptado en muchos casos que esa divergencia en la evolución del tumor de mama se debe a variaciones del ambiente y genéticas entre individuos”, afirma Castellanos.
“Hay muchos estudios que toman muestras de pacientes para buscar polimorfismos, pero hay una variabilidad genética y ambiental en humanos muy amplia y muy es difícil encontrar esos polimorfismos con claridad”, señala el científico, de manera que su grupo de investigación ha optado por hacerlo en un modelo de ratón transgénico denominado MMTV-cNeu.
Los científicos han comprobado que hay animales con cáncer de mama que son susceptibles de desarrollar la enfermedad rápidamente, mientras que otros tardan mucho o no la desarrollan. Después de utilizar más de 200 ratones de este tipo han determinado las regiones génicas cromosómicas, más o menos grandes, que regulan la asociación con distintos tumores para tener más o menos metástasis. El siguiente paso sería localizar genes o rutas celulares únicas, puesto que en cada zona encontrada puede haber desde 20 a 200 genes.
Hasta el momento, ya han podido determinar varias zonas relacionadas con esa variabilidad en cáncer de mama en los ratones, por ejemplo, en el cromosoma 13 de este animal, explica el investigador, aunque es necesario localizar los genes homólogos en el ser humano y seguir estrechando el cerco.
Biomarcadores
Se trata de genes que en sí mismos no provocan cáncer, pero sí modifican la susceptibilidad del tumor y su evolución. De ahí su importancia, puesto que "si se encuentran estos genes, se podrán utilizar como biomarcadores que ayudarán a predecir cierta mutación que va a tener un paciente, midiendo si va a asimilar bien un tratamiento o desarrollar metástasis", comenta. La investigación en este campo se complica por el hecho de que estas modificaciones con frecuencia no se deben a un solo gen, sino que resultan de la combinación de varios.
Aunque el estudio se ha llevado a cabo en cáncer de mama es posible que los biomarcadores de metástasis que se localicen no tengan que ser necesariamente de este tumor, sino que se puedan extrapolar a otros tipos de cáncer, señala Andrés Castellanos, que pertenece al grupo liderado por el investigador principal Jesús Pérez Losada.