El chopo lidera las experiencias energéticas a partir de la biomasa
Victor Manuel García/DICYT Lograr que el chopo plantado en alta densidad pueda transformarse en biomasa rentable con fines energéticos. Éste viene a ser, a grandes rasgos, el objetivo que se ha planteado el programa On cultivos, una iniciativa catalogada como Proyecto Singular Estragético por parte del Ministerio de Ciencia e Innovación, que es quien lo financia.
Las instalaciones del Centro de Desarrollo de Energías Renovables (Ceder) ubicado en la localidad soriana de Lubia, ha acogido esta mañana una experiencia pionera consistente en la realización de un trabajo de mecanización para la plantación de chopo en alta densidad. Según ha explicado poco antes Juan Carrasco, representante del área de Biomasa del Ciemat, este Proyecto Singular Estratégico se viene desarrollando desde 2005, y no será hasta 2012 cuando se conozcan los resultados de las investigaciones, es decir, si esta especie puede tener viabilidad económica y medioambiental usándola como combustible. No obstante, según Carrasco, tal y como se está desarrollando la experiencia desde su puesta en marcha, para el próximo año ya se podrían tener los primeros datos, pues es cuando se hará la primera corta. Entonces se verá sin son ciertas las estimaciones de un rendimiento de 15 toneladas por hectárea de materia seca, que podría tener un valor de entre 20 y 25 euros.
A partir de ahí, habría que llevarla a una planta para quemarla y transformarla en energía eléctrica (como se hace actualmente con la paja en la planta de Sigüenza, en Navarra). En este sentido, Carrasco se muestra optimista de cara a su viabilidad, aunque prefiere esperar a los resultados completos.
La experiencia de hoy incluía también una demostración de recolección de chopo, algo que finalmente no se ha podido llevar a cabo debido a las condiciones meteorológicas, ya que a esa hora caía una copiosa nevada en los terrenos del Ceder.
Antes de la plantación, diversas autoridades, entre ellas el subdelegado del Gobierno en Soria, Ángel Ripa, destacaron la necesidad de impulsar nuevas fuentes de energía renovables al tiempo que Soria lidere estas experiencias, pues dado que en la provincia prácticamente se da el monocultivo del cereal, este tipo de iniciativas pueden ser serias alternativas de cara al futuro. El representante de On cultivos destacó que todo esto responde a una serie de objetivos políticos, tanto españoles como de la UE, en cuanto a potenciar nuevas fuentes de energía más respetuosas con el medioambiente que vengan a sustituir progresivamente las tradicionales. Así, subrayó que el objetivo de cara el futuro es que entre el 60% y el 65% de la energía renovable que se produzca tenga origen en la biomasa, y de ésta, la mitad se obtenga de cultivos energéticos como el del chopo. De esta manera se contribuye a aproximarse a los compromisos adquiridos en Kioto, que hoy están muy lejos de hacerse realidad. Tras el chopo le llegará el turno en futuros proyectos a otros cultivos energéticos, como es el caso de la colza.
Proyecto ambicioso
El proyecto On cultivos se desarrolla en diferentes zonas del país con el fin de analizar distintos rendimientos. Cuenta con 29 participantes, siendo 21 de ellos empresas, lo que evidencia el interés de la iniciativa privada en la experiencia, interés lógico pues no hay que olvidar que el fin de todo esto es aplicarlo en un futuro desde el punto de vista industrial plenamente integrado en el mercado.
En el caso de Soria, el Ceder ha albergado los ensayos de siembra, mientras que la recolección se realiza en la cercana Almazán, en una parcela demostrativa que ha desarrollado la Fundación Soriactiva, promotor local de estos cultivos. A la demostración fueron invitados representantes de empresas y organismos que también colaboran, como es el caso del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, la fundación Ciudad de la Energía o las empresas Prynconval Agropecuaria, Valoriza Energía, Synersis o Acciona Energía.
La actividad sobre chopos de turno corto comenzó en el Ceder, dependiente del Ciemat, en 1986. En la actualidad se estudian otras variables como la fertilización, control de malas hierbas o dosis de riego, a la vez que se comparan balances económicos, energéticos y de emisiones de las distintas situaciones.
On cultivos, con una duración prevista de siete años, tiene un presupuesto de 80 millones de euros. En el conjunto del país cuenta con 30.000 hectáreas de experimentación, siendo el objetivo la implantación comercial de los cultivos energéticos en España mediante la determinación de los cultivos idoneos para cada zona y circunstancia.