Alimentación España , León, Lunes, 24 de noviembre de 2008 a las 19:23

Un grupo leonés aplicará fertilizante obtenido de digestión anaerobia en cultivos energéticos

Investigadores de la Universidad de León participan en un macroproyecto nacional de producción de biogás

AMR/DICYT Una quincena de investigadores del Instituto de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Universidad de León aplicará en pocos días digerido como fertilizante en cultivos energéticos y de chopo, una de las partes del macroproyecto 'Probiogás: desarrollo de sistemas de producción y uso de biogás en entornos agroindustriales sostenibles', que ha impulsado el Ministerio de Educación, Política Social y Deporte, y se prolongará hasta 2010. En total, los científicos leoneses participan en tres de los doce subproyectos y su objetivo global es impulsar el estudio del biogás, un gas combustible que se genera por medios naturales.

 

El subproyecto 2 trata de verificar la viabilidad de algunas mezclas de diferentes residuos para obtener las mayores producciones de biogás posible, en concreto, al desarrollar ensayos de codigestión de purines porcinos junto con restos de cultivos energéticos (como colza, girasol o maíz), según informó hoy la Universidad de León. Comenzó a finales de 2007. En número 3, por su parte, se refiere a la aplicación del digerido en cultivos y cómo influye en el rendimiento de estos espacios y aumenta el contenido de carbono del suelo. El 9, finalmente, se centra en el diseño de una planta de demostración para tratar purines. El lugar escogido, según indica María José Cuetos, una de las investigadoras de equipo de trabajo leonés, es la planta de tratamiento de purines de Almazán (Soria), que lleva operando desde los años 90 del siglo pasado. El grupo procederá a finales de 2008 o principios de 2009 al rediseño del lugar para el nuevo uso, según precisó Cuetos a DiCYT.

 

Según explica la investigadora, "la digestión anaerobia es un proceso de generación de biogás microbiológico de fermentación de materia orgánica en ausencia de oxígeno, que genera metano y degradaciones de restos inargánicos, que a su vez genera los subproductos, como el digerido". El biogás está compuesto por metano (CH4) en una proporción que oscila entre un 50% a un 70% y dióxido de carbono (CO2), conteniendo pequeñas proporciones de otros gases como hidrógeno (H2), nitrógeno (N2), oxígeno (O2) y sulfuro de hidrógeno ( H2S). Su uso general es el de producción de clalor, electricidad y pilas de combustible.

 

El proyecto global pretende aprovechar los millones de toneladas de residuos orgánicos que se generan en el ámbito agrícola, alimentario y ganadero para la producción de biogás de modo sostenible. Además de la Universidad de León, participan también la Autónoma de Barcelona, de Cádiz y de Oviedo y el centro Giró (de Barcelona) y el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Los coordina a todos el centro Ainia, de Valencia.

 

El equipo leonés cuenta con la presencia de los investigadores Luis Fernando Calvo, Xiomar Gómez y Cuetos, encargados de la coordinación del resto del plantel de científicos que participa en el macroproyecto en León. El instituto universitario al que pertenecen ya tiene experiencia en estas materias. En 1999 comenzó experimentando con lodos de depuradoras y residuos sólidos urbanos y cuenta con tesis, artículos científicos y proyectos sobre la digestión anaerobia de residuos ganaderos, agrícolas y restos de matadero.