Salud España , León, Jueves, 29 de julio de 2010 a las 16:26

El Hospital de Le贸n inicia un tratamiento con miel para mitigar los efectos de la radioterapia

La investigaci贸n pretende evaluar si este alimento previene o reduce los efectos secundarios como la mucositis en c谩ncer de cabeza y cuello

Antonio Martín/DICYT Un grupo de investigadores del Servicio de Endocrinología del Complejo Asistencial de León y de la Universidad de León comenzará en septiembre un tratamiento experimental en 40 pacientes con cáncer de cuello o cabeza a los que se les administrará en su dieta miel para mitigar los efectos que la radioterapia y la quimioterapia produce en la boca y garganta. Los médicos pretenden evaluar si este alimento, considerado funcional por sus propiedades antioxidantes y antimicrobianas, puede prevenir o reducir los efectos secundarios de estos tratamientos oncológicos, como, por ejemplo, la mucositis.

 

"La miel es un alimento que ha sido empleado como medicamento desde la Antigüedad", recuerda a DiCYT el doctor Alfonso Vidal, coordinador de la investigación. "Sin embargo, hay pocos estudios científicos que hayan analizado sus propiedades para diferentes dolencias", refleja el especialista. La miel es considerada un alimento funcional, esto es, que aporta diferentes propiedades además de las propias de la nutrición. Se sabe de este producto que tiene propiedades antioxidantes , por la acumulación de polifenoles, al ser rica en azúcares y con poca agua y su alta concentración de las partículas (técnicamente, osmolaridad). También es un alimento antimicrobiano, cicatrizante y antiinflamatorio, aunque estas características no están descritas con precisión.

 

Fases

 

En una primera fase de la investigación, los investigadores del hospital y de la universidad trabajarán a parte. En el área de Tecnología de los Alimentos de la ULE los investigadores pretenden caracterizar la miel en cuanto a su composición, esto es, determinar las características fisicoquímicas del producto, midiendo su pH (acidez) y porcentajes de azúcares y agua. Con este trabajo se pretenden determinar los antioxidantes y los componentes antimicrobianos para "en un futuro, desarrollarlos en una miel más potenciada", explica Vidal. Estos trabajos están coordinados por José María Fresno Baro, de Tecnología de los Alimentos, y José María Castro, del área de Microbiología. Se empleará fundamentalmente miel de brezo, que se da mayoritariamente en la provincia de León, y servirá también para ponerla en valor.

 

Paralelamente, personal de los servicios de Microbiología, Otorrinolaringología y Endocrinología del Complejo Asistencial de León estudiarán y describirán qué infecciones se producen durante las sesiones de radioterapia en los pacientes de cáncer de cuello y cabeza. "Las más evidentes son por hongos del género Candida", explica María Ballesteros, otra de los endocrinos participantes en el estudio. Además de este hongo, afectan al tracto digestivo infecciones víricas y bacterianas, pero éstas son "más variables". Estos microorganismos aprovechan la debilidad en la mucosa provocada por las sesiones de rayos para potenciar el daño en boca y garganta. La fase predictiva de análisis de la miel y de las infecciones comenzará en septiembre u octubre y se extenderá hasta agosto de 2011.

 

La segunda fase del estudio será clínica. En ella, se pretende comprobar la eficacia de la miel en 40 pacientes, que se dividirán en dos grupos. A uno se le administrará el alimento antes y después del tratamiento de radioterapia, y a otro un placebo. Los investigadores esperan una "disminución significativa" de la mucositis con este tratamiento experimental. El trabajo se desarrollará entre septiembre de 2011 y agosto de 2012.

 

Prevalencia de la mucositis

 

Según informaron los médicos participantes en el estudio, actualmente, la prevalencia de la mucositis en pacientes oncológicos de cabeza y cuello se sitúa en torno al 50%, mientras que la incidencia de los hongos del género Candida se sitúa entre el 25 y el 40%. "Lo normal es que ambas circunstancias estén aparejadas", subraya Vidal. Hay que recordar que este grupo de pacientes suelen alimentarse de forma normal, vía oral, pero un grupo, si existen complicaciones, pueden seguir una dieta más blanda o, incluso, recibir soporte nutricional a través de sondas. La mayoría de los pacientes de este tipo de tumores suelen ser varones de mediana edad (50 años) con un historial de consumo de tabaco y alcohol.

 

En la investigación participan los endocrinos Alfonso Vidal, María Ballesteros y Alicia Calleja, que reciben soporte de los servicios de Otorrinolaringología (con Pablo Casas como responsable) y Microbiología (encabezados por Isabel Fernández Natal). Los coordinadores de la parte de trabajo de la Universidad de León son José María Fresno Baro y José María Castro. La investigación ha obtenido una beca de investigación de 8.000 euros por parte de la Gerencia Regional de Salud.