El investigador de la Universidad de Salamanca Óscar Lorenzo, galardonado con el Premio Sabater de fisiología vegetal
JPA/DICYT Óscar Lorenzo, investigador Ramón y Cajal del Departamento de Fisiología Vegetal de la Universidad de Salamanca, ha sido galardonado con el Premio Sabater 2007 de la Sociedad Española de Fisiología Vegetal (SEFV) por su trayectoria como científico en el campo de la señalización molecular de plantas. Este reconocimiento, destinado a jóvenes menores de 35 años, está motivado por la publicación de importantes artículos en varias revistas, entre los que destaca el que acaba de aparecer en Nature sobre un mecanismo de defensa de las plantas contra amenazas externas. Óscar Lorenzo es coautor junto a científicos del Centro Nacional de Biotecnología y de la Universidad Miguel Hernández de Elche y, es la tercera vez en la historia que esta publicación dedica uno de sus artículos principales a un grupo de investigación exclusivamente español.
El premio, que se concede cada dos años, valora los trabajos publicados en los últimos años y la relevancia de los mismos. Además, da derecho a ser el representante nacional en el próximo congreso de la Federación Europea de Sociedades de Biología Vegetal, cuya siguiente edición tendrá lugar en agosto de 2008, donde a su vez se entrega un premio al mejor joven científico europeo en este campo.
En cuanto a la investigación publicada en Nature, se inició en 2001, cuando Óscar Lorenzo firmó un contrato posdoctoral para trabajar en el Centro Nacional de Biotecnología de Madrid, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), donde comenzó una línea de investigación con el grupo del científico Roberto Solano que ha culminado con la aparición del artículo. Los autores han logrado descifrar el mecanismo de acción del jasmonato, una hormona que las plantas emplean como señal de peligro.
Hormonas que inician la respuesta
"Los jasmonatos son un grupo de hormonas vegetales que se encargan de defender a la planta de agresiones externas, fundamentalmente provocadas por patógenos como hongos, bacterias o virus, además de dar respuesta frente a los insectos herbívoros", ha explicado a DICYT Óscar Lorenzo. Con este trabajo, los científicos españoles han conseguido determinar cómo es la ruta de señalización, es decir, cómo se transmiten las señales desde que un patógeno llega a la planta hasta que la planta es capaz de responder. "En esta publicación dejamos establecido cuáles son los pasos que sigue la planta desde que, por ejemplo, el hongo de la fresa o el hongo de la vid llega a la planta hasta que la planta se defiende", afirma.
"La clave está en que los jasmonatos aumentan cuando aparece un patógeno, de manera que el organismo vegetal sabe que tiene que activar sus proteínas de defensa", señala. En concreto, estas proteínas que entran en acción logran inhibir el aparato digestivo de los insectos o degradan las paredes celulares de los hongos, de forma que matan al agresor para que deje de atacarlas. En definitiva, que hay proteínas específicas que se sintetizan en la planta gracias a estas hormonas. Como en la mayoría de este tipo de investigaciones, los científicos han utilizado una planta denominada arabidopsis thaliana, que sirve de modelo para otras especies, ya que "su ruta de señalización está conservada en otras plantas de interés agronómico, como el tomate o la patata".
Posible desarrollo biotecnológico
Este último dato hace que, a pesar de que esta investigación es básica, tenga una clara aplicación biotecnológica por delante. "Todos los insecticidas y fungicidas que se aplican hoy en día son muy dañinos para los propios cultivos y para el medio ambiente en general", asegura Lorenzo. Sin embargo, gracias a este descubrimiento, "se podría modificar la ruta de señalización de esta hormona y hacer que las plantas fueran más resistentes por sí mismas, de forma que, cuando llegue un patógeno, la planta ya tuviese las proteínas necesarias para defenderse", es decir, que "modificando genéticamente la planta se podría hacer más resistente", comenta. En ese sentido, ya hay una patente en Estados Unidos a partir de una investigación similar sobre otro factor de defensa y existen empresas interesadas en trasladar estos resultados a los campos de cultivo. De hecho, el grupo de Roberto Solano seguirá esta línea de investigación en la búsqueda de plantas que sean resistentes a insectos y hongos y, por lo tanto, útiles para el agricultor, aunque Óscar Lorenzo ya se ha desvinculado de esta línea de trabajo.
El crecimiento de las plantas | |
Tras la publicación de Nature, la colaboración de Óscar Lorenzo con el grupo de Roberto Solano, del Centro Nacional de Biotecnología, ha tomado un nuevo rumbo, ya que ahora se propone determinar las funciones del óxido nítrico (NO) como regulador del crecimiento en las plantas. El equipo de otro investigador de la Universidad de Salamanca, Juan Pedro Bolaños, ha trabajado en una línea similar, pero con animales. En el caso de los vegetales, la intención es "ver cómo afecta el óxido nítrico al crecimiento de la raíz, la floración o la germinación", apunta. Este compuesto entra dentro de los llamados radicales libres, implicados en numerosos procesos, de manera que la investigación tratará de determinar qué mecanismos tiene la planta para reconocer este compuesto y responder a él. "Sucede algo parecido al fenómeno de los jasmonatos, ya que el óxido nítrico se sintetiza en la planta cuando hay un estrés, es decir, condiciones adversas de tipo ambiental", apunta el especialista. |