Ciencias Sociales España , Salamanca, Martes, 05 de septiembre de 2006 a las 19:07

El investigador salmantino Marc Mars presenta sus estudios sobre las ondas gravitatorias en Mallorca

El científico ha participado hoy en la 'XXIX Reunión de Relativistas Españoles'

AVPR/DICYT Marc Mars, investigador del Departamento de Física Fundamental de la Universidad de Salamanca, ha sido el encargado de impartir hoy martes la primera de las charlas divulgativas que se enmarcan dentro de las actividades de la XXIX Reunión de Relativistas Españoles. Una intervención con la que el científico charro cierra su participación en unas jornadas en las que se han analizado los futuros retos a los que deberá enfrentarse la Física en los próximos años, y entre los que, según Mars, estará sin duda la detección de ondas gravitatorias.

"Aunque si echamos un vistazo al panorama de la investigación en Física Teórica a nivel general podemos reconocer áreas con especial proyección como la dedicadas al análisis de las aplicaciones láser o las vinculadas a la nanotecnología, en el campo de la Física Gravitatoria el desarrollo de nuevas y potentes tecnologías nos va a permitir casi seguro registrar ondas gravitatorias", ha explicado a DICYT Marc Mars, en clara referencia a iniciativas como la del Observatorio de Ondas Gravitatorias con Interferómetro Láser (LIGO). Una instalación dedicada a la detección de ondas gravitatorias cósmicas y a la captura de estas ondas para investigación científica, puesta en marcha por un grupo de científicos del California Institute of Technology y del Massachusetts Institute of Technology en los Estados Unidos.

LIGO consta de dos instalaciones alejadas miles de kilómetros dentro del territorio estadounidense que, sin embargo, trabajan al unísono como un solo observatorio. Cuando alcance su madurez, este observatorio será abierto para su uso por parte de la comunidad nacional y se convertirá en parte de una red mundial de observatorios de ondas gravitatorias.

El objetivo último de este tipo de instalaciones se centra en comprobar la existencia de gravitones: las hipotéticas partículas subatómicas que se intercambiarían dos cuerpos afectados por la gravedad y que se transmitirían en forma de ondas. Albert Einstein predijo la existencia de estas ondas gravitatorias en 1916 en su Teoría General de la Relatividad, pero solo desde los 1990 la tecnología se ha vuelto lo suficientemente poderosa para permitir detectarlas.

Aunque aún no han sido detectadas directamente, la influencia de las ondas gravitatorias sobre una púlsar binaria (dos estrellas de neutrones orbitándose una a la otra) ha sido medida con mucha exactitud y está en consonancia con las teorías científicas que se barajan hasta la fecha.