Ciencias Sociales España , Burgos, Viernes, 20 de mayo de 2005 a las 19:44

El museo de Salas de los Infantes exhibirá restos únicos de dinosaurios ornitópodos de hace 130 millones de años

Los fósiles, hallados en el yacimiento de El Peñascal, se podrán visitar a partir de mañana sábado

SC/DICYT El Museo de Dinosaurios de Salas de los Infantes, dentro del programa Un hallazgo singular, expondrá en sus instalaciones desde el mañana sábado nuevas piezas arqueológicas y paleontológicas de un "notable" interés científico y didáctico. Se trata de dos especies de dinosaurios ornitópodos de pequeño tamaño del Cretácico inicial denominadas Hipsilofodóntidos y Dryosáuridos.

Con motivo de la celebración el pasado miércoles del Día Internacional de los Museos, el Colectivo Arqueológico-Paleontológico y el Museo de Salas de los Infantes han dado un paso más para que sus visitantes puedan conocer en profundidad las piezas del museo que se encuentran en los almacenes o aquellas cuya singularidad no queda suficientemente resaltada en la exposición permanente. Así, a partir de este fin de semana, los visitantes podrán contemplar los restos de los Hipsilofodóntidos y Dryosáuridos, animales herbívoros de extremidades largas que les permitían escapar a la carrera de sus depredadores. Tal era su agilidad y velocidad que, el paleontólogo americano Peter Galton acuñó el término "gacelas del Cretácico" para referirse a estos dinosaurios.

 

Fidel Torcida, director del Colectivo Arqueológico-Paleontológico de Salas de los Infantes, añade que “en sus vértebras de cola, estos dinosaurios desarrollaban tendones que osificaban con la edad, que convertían su cola en una estructura rígida que les permitía realizar giros bruscos en plena carrera de huida”.

Cráneo, columna vertebral y dientes

 

Fue en el yacimiento del “El Peñascal” donde se recuperaron huesos de cráneo, columna vertebral y extremidades correspondientes a dos o más ejemplares, dato conocido porque “en algunos huesos que se repiten se puede apreciar diferencias de tamaño entre ellos”, matiza. Debido a que la comarca de Salas de los Infantes es especialmente prolífica en restos de dinosaurios ornitópodos de pequeño tamaño, se ha podido recuperar un dedo completo de un pie y numerosos dientes, llamativos por su excepcional fosilización, que los ha mantenido a lo largo del tiempo con todos sus detalles.

De esta forma, se puede apreciar las crestas que recorren las caras esmaltadas de dientes maxilares o mandibulares. En el caso de los maxilares, matiza Torcida, “hay hasta diez crestas paralelas”, mientras que “en los mandibulares, hay una cresta principal muy marcada y hasta otras tres secundarias más débiles”. Como el diente más grande tiene una longitud total de 15 milímetros, para que todos los visitantes del museo lo puedan observar correctamente, los responsables del museo han dispuesto diferentes lupas.

 

Precisamente el análisis de los dientes es determinante para identificar la especia a la que pertenecen, pues existen diferencias claras entre ellas. Junto con los fémures, se trata de restos anatómicos de mucha utilidad en el posterior estudio de estos grupos de dinosaurios. Un estudio previo sobre esta materia fue presentado en el Congreso que la Sociedad Española de Paleontología celebró en Morella (Castellón) en noviembre de 2003. Este primer análisis revelaba entonces que los dientes de “El Peñascal” pertenecían a una especie que no ha sido descrita en ninguna otra parte del mundo.