El océano, una fuente de fármacos antitumorales
JPA/DICYT El jefe de Laboratorio de Expediciones Marinas de PharmaMar, compañía del grupo Zeltia, Santiago Bueno, ha estado hoy en Salamanca para participar en una de las actividades de la feria Empírika 2010, en concreto, en la exposición ‘Tu Casa Biotech’, donde ha impartido una conferencia a un grupo de alumnos de Secundaria acerca de cómo su empresa busca organismos marinos que puedan servir para la obtención de principios activos para elaborar medicamentos frente al cáncer.
“La línea de investigación de PharmaMar se basa en el desarrollo de nuevos medicamentos antitumorales a partir, exclusivamente, de microorganismos marinos”, ha señalado el experto en declaraciones recogidas por DiCYT. Dentro de esta política, “queremos valorar los océanos como fuente de nuestra futura salud y sustento”, añade. La clave para conseguirlo está en el descubrimiento de nuevas moléculas bioactivas que, a partir de estos microorganismos marinos, tienen que ser transformados en el fármaco final.
En cualquier caso, el objetivo es mejorar el tratamiento para el cáncer, “cualquier tipo de tumor”, asegura Santiago Bueno. De hecho, PharmaMar ya tiene en el mercado Yondelis como principal resultado de sus investigaciones. “Estamos ante una enfermedad en la que, cualquier pequeño avance para combatirla, ya es un logro muy importante”, indica el especialista. Aún así, es difícil evaluar el impacto que tiene el lanzamiento de nuevos fármacos en la lucha contra patologías tan difíciles, a pesar de que un aspecto decisivo antes del lanzamiento al mercado de un nuevo producto es su comparación con el tratamiento estándar, según ha explicado.
El hecho de que la fuente de los medicamentos que pretende desarrollar la compañía sea el mar se debe a que este medio tiene muchas cosas que revelar aún. “Dentro de nuestra línea de investigación hay que resaltar el retraso de la exploración del medio marino con respecto al medio terrestre. Este retraso se debe a una limitación tecnológica en la exploración de los océanos, porque fue en 1934 cuando se pudo observar la vida a más de 200 metros de profundidad, así que hay que contemplar el océano como un medio muy poco explorado o inexplorado”, señala Santiago Bueno, que ha podido compartir sus conocimientos con alumnos del Instituto de Educación Secundaria Alfonso IX de Zamora.