Nutrition Spain León, León, Thursday, July 03 of 2008, 18:07

El plan de recuperación del urogallo plantea mejorar la vegetación de su hábitat

De los aproximadamente 300 ejemplares adultos, 164 se localizan en Castilla y León, fundamentalmente en la provincia leonesa

IGC/DICYT El Consejo de Gobierno de la Junta de Casilla y León ha aprobado hoy un acuerdo por el que se destinarán 1.400.297 euros para la restauración de la vegetación en el hábitat del urogallo cantábrico en la comarca de Omaña (León). Esta actuación se enmarca en el programa de actuaciones de recuperación del urogallo cantábrico puesto en marcha por la consejería de Medio Ambiente para preservar tanto la especie, en grave peligro de extinción, como sus hábitats, de modo que se garantice la viabilidad de sus núcleos de reproducción y se mantengan los ecosistemas adecuados para el desarrollo de su ciclo biológico.

 

El urogallo cantábrico (Tetrao urogallus cantabricus) presenta una serie de peculiaridades que lo diferencian ecológica y genéticamente del resto de poblaciones de esta especie. Actualmente existen un total aproximado de 300 ejemplares adultos, 164 de ellos en Castilla y León, según datos de la Junta. El declive experimentado por el urogallo se ha achacado a una combinación de factores globales, regionales y locales, entre los que se encuentran el deterioro del hábitat, los avatares climatológicos, la elevada densidad de ungulados (que causan importantes alteraciones en el hábitat de la especies y son, a su vez, potenciales competidores por los recursos tróficos), y la excesiva presión de los depredadores.

 

Ante esta situación, la consejería de Medio Ambiente pretende preservar la especie y sus hábitats, eliminar las causas que provocan su regresión y garantizar su reproducción, además de favorecer la colonización de nuevas áreas. Al contrario de lo que ocurre con la variedad boreal de la especie (distribuida por Escandinavia, el Báltico y Rusia, y que goza de buen estado de conservación), las de la cordillera Cantábrica, los Pirineos, los Alpes y el Jura están en peligro de extinción. La especie se considera una reliquia de la era glaciar, pues tras este período la población se fue aislando en Europa a las regiones de alta montaña y o más frías.