Alimentación Colombia , Bogotá D.C., Miércoles, 18 de noviembre de 2009 a las 13:46

Estudian la comunicación intercelular en bacterias marinas

Una química colombiana aplica la acil-homoserinlactona, un tipo de molécula que permite la diferenciación entre células “amigas” o “enemigas”

UN/DICYT Un método confiable para identificar las moléculas que permiten la comunicación intercelular en bacterias marinas, fue el que aplicó la estudiante de química Vida de la Paz del Mar, quien gracias a este trabajo viajará a España para ampliar este conocimiento. La acil-homoserinlactona es un tipo de molécula que permite la señalización entre células y determinar si son ‘amigas’ o ‘enemigas’, si hay bacterias de la misma comunidad y, en general, saber cuántas células hay en el entorno.

La profesora de la Universidad Nacional de Colombia Catalina Arévalo Ferro, directora del proyecto, sostiene que estas moléculas son el lenguaje que utilizan las bacterias para comunicarse. “Se pensaba que las bacterias eran unidades aisladas que no trabajaban en comunidad. Hoy se sabe que sí tienen comportamientos de grupo. Para el aprovechamiento y reconocimiento de la biodiversidad bacteriana marina son fundamentales los estudios sobre comunicación bacteriana mediada por moléculas de señalización como acil-homoserinlactonas, que permiten la conformación de comunidades”, sostiene la profesora.

Vida de la Paz indica que su trabajo consistió en observar el comportamiento bacteriano en comunidad. Explica que las bacterias en conjunto generan fenotipos como producción de color, luz, crecimiento o acciones como matar o infectar a otras células.

“Lo que hicimos fue analizar cómo se comportan esas bacterias en comunidad, utilizando bacterias marinas aisladas y caracterizadas por el grupo de Productos Naturales Marinos y Frutos de Colombia. Esta clase de trabajos son importantes para detectar la biodiversidad, decir qué nuevas bacterias hay y así establecer qué es lo que hay en nuestros mares”, explica Vida de la Paz.

Con las bacterias recolectadas, esta joven química hizo la siembra en laboratorio, con una técnica que se denomina sembrado en cruz. Allí se siembra un biosensor, bacteria genéticamente modificada que produce luz en presencia de las moléculas de señalización (acil-Homoserinlactonas).

En total, con esta técnica se estudiaron 14 aislamientos bacterianos para saber si podían comunicarse produciendo dichas moléculas. En el trabajo se utilizó uno de de esos aislamientos, en el cual se pudieron encontrar dos moléculas de comunicación bacteriana diferentes, anota Del Mar.

Esta recién graduada de Química, calificada como una de las mejores de su carrera, está admitida en la Universidad de Barcelona para hacer la Maestría en Química Avanzada. Todo el conocimiento adquirido le servirá para continuar con otra investigación enfocada a extraer los compuestos bio-activos producidos por bacterias. 

 

Evitar su comunicación

Estos compuestos pueden tener infinidad de usos, entre ellos engañar a las bacterias evitando su comunicación de un modo más eficaz, lo cual es importante ya que la comunicación bacteriana es directa responsable del desarrollo de infecciones producidas por las mismas.

“Esta clase de trabajos sirven mucho en el campo de la salud, en específico para el tratamiento de infecciones crónicas que no seden a tratamientos antibióticos convencionales por haber desarrollado resistencia. A las bacterias no queremos matarlas porque generan resistencias y se seleccionan, lo que pretendemos es, de un modo inteligente, engañarlas”, dijo la estudiante.

Vida de la Paz del Mar y la profesora Catalina Arévalo Ferro coinciden en afirmar que este es un campo relativamente nuevo de investigación, no solo en Colombia sino en el mundo, en donde todavía hay mucho por descubrir. En el Departamento de Biología, de la mano de varios estudiantes, se abre brecha en este conocimiento