Expertos analizan el efecto del ruido excesivo en personas con problemas auditivos
JPA/DICYT Varios expertos han tocado esta tarde diferentes aspectos de la relación que existe entre los niveles de ruido excesivos y los problemas auditivos en una jornada celebrada en Salamanca, dentro del Foro INCYL 2010 Neurociencia y Sociedad, programado por el Instituto de Neurociencias de Castilla y León. Buena parte de la investigación en este área se dedica a tratar de resolver los problemas que ocasiona el ruido en personas que ya tienen algún tipo de problema de audición.
José Luis Blanco, director gerente de la empresa Soniotica y asesor de la multinacional Oticon ha hablado de la influencia negativa del ruido en personas que padecen pérdida auditiva a la hora de abordar su rehabilitación. En este sentido, ha explicado que "dos personas sin pérdida auditiva son capaces de entenderse incluso en situaciones en las que el volumen del ruido es igual al del habla, pero con pérdida auditiva, necesitarían que la voz estuviera un grado determinado por encima del ruido para que el oído pueda procesarla correctamente". Por eso, "una persona que utiliza audífono tiene dificultades para oír bien en una cafetería o en presencia de varias personas, ya que la señal de la palabra y la señal del ruido tienen que ser diferentes", ha afirmado en declaraciones a DiCYT. Un ejemplo de la investigación en este campo es el desarrollo de audífonos con dos micrófonos direccionales que comparan las señales para potenciar el sonido que le llega de frente, ha apuntado.
Por su parte, José Manuel Gorospe, experto de la Unidad de Foniatría del Hospital Clínico Universitario de Salamanca y presidente de la Sociedad Médica Española de Foniatría, ha comentado este mismo problema, pero en las aulas. "El niño que no ha desarrollado lenguaje o que tiene pérdida auditiva necesita niveles de ruido más bajos que un adulto para poder entender el mensaje", señala. Sin embargo, "los estándares que se han establecido no se cumplen, es más, en nuestras aulas ni siquiera se ha abordado el problema". El niño con hipoacusias leves o moderadas necesita mejores niveles de relación señal-ruido y que las aulas sean más silenciosas. "Se trata de un problema internacional, según las publicaciones científicas de muchos países, pero necesitamos actualizarlo y ponerlo en evidencia frente a los políticos", apunta. Así, "se ha empezado a abordar la necesidad de construcción de nuevas aulas con unos parámetros acústicos determinados", aunque la situación está muy lejos de ser la ideal.
José García García, responsable del Servicio de Calidad Atmosférica y Ambiental del Ayuntamiento de Salamanca ha aportado un punto de vista distinto al debate. Ante problemas como el ruido que producen los locales nocturnos "antes era suficiente con no molestar al vecino, pero ahora se quiere proteger a los clientes", indica, recordando además que el Ayuntamiento de Salamanca realiza mapas acústicos.
Además, de los ponentes, ha asistido al acto un grupo de personas con sorderas postlocutivas, es decir, que han perdido la audición en parte o por completo tras haber adquirido el lenguaje. Carmela Velasco, del Departamento de Logopedia de la Universidad Pontificia, ha resaltado "el efecto que tiene el ruido tanto interno como externo que tiene en sus vidas", por lo que demandan más sensibilización social, así como más recursos y más investigación.