Ciencia Costa Rica , Heredia, Lunes, 07 de febrero de 2011 a las 16:00

Expertos de la Universidad Nacional verifican que el volcán Arenal no está “dormido”

Realizan un llamamiento para no confiarse por la disminución temporal en la incandescencia del volcán, ya que en cualquier momento podría retomar su proceso eruptivo

UNA/DICYT Dada la inquietud de algunos turistas y empresarios de las vecindades cercanas al Volcán Arenal, en La Fortuna de San Carlos, en relación con una considerable disminución en la actividad del coloso, el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica de la Universidad Nacional (OVSICORI-UNA), verificó durante diciembre pasado y los primeros días de enero que el Arenal no está dormido y mucho menos que entrara en un periodo de inactividad.

 

Eliécer Duarte y Erick Fernández, investigadores del OVSICORI-UNA, explicaron que después de su reactivación explosiva, en el 68, el volcán Arenal presentó cortos periodos de reposo. “Si se considera que por más de 42 años ha mostrado distintas modalidades eruptivas en forma sostenida esos cortos recreos más bien son normales. Por ejemplo, después de periodos altamente explosivos entre el 78-80 hubo algunos descensos en su actividad probablemente debido al vaciado de su fuente magmática”, recalcaron Duarte y Fernández.

 

Los funcionarios detallaron que la anatomía interna del Arenal muestra una cámara magmática somera con un conducto dinámico capaz de desalojar grandes cantidades de magma en forma de coladas, impulsar flujos piroclásticos y mantener columnas robustas de gas y vapor. Normalmente para que el magma ascienda requiere el impulso del gas en expansión según migra a la superficie, a lo largo del conducto principal y sus ramificaciones.

 

Agregaron que la energía requerida para dicho proceso es producida por la altísima temperatura y la gran presión generada desde las capas profundas debajo del volcán. “Si esa energía cesara probablemente las señales sísmicas decaerían en forma importante”.


Las temperaturas de las aguas termales no muestran disminución significativa y sus características geoquímicas tampoco han cambiado. Como en todo proceso geológico natural, la línea de observación podría requerir meses o años para mostrar una disminución evidente de su actividad.

 

Durante las visitas realizadas por personal del OVSICORI, se verifica que la emisión de gases se presenta por la abertura ubicada hacia el NE. Aunque hay reportes escuetos y no contundentes de explosiones esporádicas en días recientes; esto no se ha podido verificar, sin embargo ese hecho tampoco revela un volcán inactivo. “Si los parámetros geofísicos observados, se mantienen con un patrón casi regular, es importante reiterar el peligro en caso de ascensos furtivos”, puntualizó la fuente.

 

Los expertos hacen un llamado a la opinión pública, al sector turístico de la zona de La Fortuna de San Carlos y a pobladores aledaños a no confiarse por la disminución temporal en la incandescencia del coloso, ya que de un momento a otro podría retomar su proceso eruptivo. En el pasado guías inescrupulosos llevaron a extranjeros y nacionales hasta puntos elevados, en donde la caída de materiales y flujos piroclásticos representan una amenaza real.

 

La oferta turística debe diversificarse de modo que la inversión de empresarios no gire en torno a la emanación de material sólido en la cima. La riqueza de la región, la iniciativa de los interesados y la creatividad de la industria turística deberían ser capaces de adaptarse a estos periodos de calma mientras el volcán retoma su espectáculo.