Ciencia Panamá , Panamá, Jueves, 25 de noviembre de 2010 a las 16:10

Fallas activas representan una amenaza sísmica para el canal de Panamá y la capital del istmo

La Autoridad del Canal de Panamá concuerda con los resultados del estudio aunque considera que la forma en que han sido presentados es "alarmista"

Eva Aguilar/DICYT Las fallas sísmicas de Limón y Pedro Miguel, localizadas en el área central de Panamá, han experimentado fracturas de manera independiente y al unísono en los últimos 1.600 años y siguen siendo activas, lo que supone un peligro potencial para el canal y las áreas adyacentes, dado que dichos movimientos podrían producir un terremoto de magnitud 7 en los próximos años. Estas son las conclusiones a las que ha llegado un grupo de investigadores tras realizar un estudio paleosismológico del terreno, cuyos resultados se publican en la edición de diciembre del Boletín de la Sociedad Sismológica de Estados Unidos. 

 

Limón y Pedro Miguel son parte de un sistema de al menos cinco fallas ubicadas en el área central de Panamá que se conjugan para acomodar la deformación interna del terreno causada por la colisión de Centro y Sur América, que empezó hace tres millones de años cuando el surgimiento del istmo de Panamá terminó de unir el continente. De acuerdo con los autores del estudio, en los últimos 950 a 1.400 años la falla de Limón ha sufrido fracturas en por lo menos tres ocasiones, la última durante los últimos 365 años.

 

En cuanto a la falla de Pedro Miguel, los investigadores señalan que esta ha experimentado tres fracturas en los últimos 1.600 años, siendo la más reciente el terremoto del 2 de mayo de 1621 que destruyó parcialmente la antigua ciudad de Panamá, ubicada en el Pacífico y cuyas ruinas monumentales se conocen hoy como Panamá Viejo. Durante este evento, un deslizamiento de por lo menos dos metros ocurrió cerca del Canal.

 

El canal de Panamá se encuentra actualmente en proceso de ampliación para permitir el paso de barcos de mayor calado. Para ello se construyen dos nuevos complejos de esclusas de tres niveles cada una, ubicados en el lado Atlántico y Pacífico del istmo. El año estimado de finalización de la obra es el 2014.

 

Eldon Gath, presidente de Earth Consultants International (Estados Unidos) y uno de los autores del estudio, explicó a DiCYT que el trabajo de análisis de la región potencialmente sísmica empezó en el 2005 con las fallas de Gatún y Limón. Ambas fallas resultaron ser activas y presentaban fracturas que habían ocurrido en los años de 1800.

 

"En el 2006, la Autoridad del Canal de Panamá nos contrató para analizar otras fallas porque si estas dos eran activas, ¿qué pasaba con el resto?", dice Gath.

 

Las investigaciones prosiguieron y en el 2007 la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) requirió nuevamente un estudio más profundo de la falla de Pedro Miguel dado que esta atraviesa el proyecto de expansión y está cerca de la ciudad de Panamá. Este estudio comprobó de manera concluyente que la falla estaba activa.

 

Entre el 2009 y el 2010 los investigadores responsables del estudio, la Autoridad del Canal y compañías independientes sometieron los resultados a análisis y revisiones metódicas, e incluso se realizó un nuevo trabajo cuantitativo en la falla de Pedro Miguel para definir con precisión los desplazamientos ocasionados por el terremoto de 1621, de manera que los resultados pudieran ser utilizados en el diseño de la represa que se planea construir sobre dicha falla.

 

"En resumen, ha sido un programa de cinco años de estudios geológicos diseñados para complementarse y desarrollar la base de datos más completa sobre fallas activas y tiempos y magnitudes paleosísmicas que se haya hecho para el diseño de cualquier proyecto en el mundo", señala Gath.

 

Tomando en cuenta la dimensión de los desplazamientos registrados y el hecho de que los datos señalan un promedio de 404 años entre sismos y han pasado 389 desde el último, Gath se atreve a predecir que un terremoto podría ocurrir incluso antes de que el programa de expansión del Canal finalice.

 

"Parece no quedar más remedio que decir que el próximo terremoto en la falla de Pedro Miguel ocurrirá durante el periodo de vida del canal expandido, y en realidad podría ocurrir antes de que el programa de expansión termine. Estamos actualmente dentro del margen de frecuencia determinado por nuestros datos".

 

Códigos y reglamentos: medidas para prevenir las consecuencias de un sismo

 

En el artículo sometido al Boletín de la Sociedad Sismológica de Estados Unidos, los investigadores responsables del estudio señalan que aunque la falla de Pedro Miguel pasa entre las esclusas de Pedro Miguel y Miraflores (lado Pacífico del Canal) sin afectar ninguna de las estructuras principales, su ubicación y grado de actividad es un factor a considerar en el proyecto de expansión de la vía interoceánica y en el nuevo sistema de esclusas.

 

"La proximidad de la ciudad de Panamá a esta zona de fallas activas y la falta de consideración de la carga sísmica en los códigos de diseño estructural, hace que esta sea una condición particularmente peligrosa en caso de que la falla volviera a fracturarse antes de que las edificaciones actuales sean reemplazadas con construcciones más fuertes y resistentes a terremotos", concluyen los investigadores.

 

En un boletín de prensa emitido a principios de esta semana (22 de noviembre), la Autoridad del Canal de Panamá rechazó por "incorrecto y sin fundamento" el estudio, aunque más adelante señala que "en términos generales, el equipo técnico de la ACP coincide con la información técnica presentada en la publicación, sin embargo, considera que la interpretación que hace el autor es inapropiada y está presentada de forma alarmista".

 

"No tenemos objeción a los hallazgos técnicos de Earth Consultants International, ni a su detallado trabajo paleosismológico", explicó a DiCYT Luis Alfaro, vicepresidente de la División de Ingeniería de la ACP. "Es más, la información de este estudio fue utilizada en el desarrollo de los criterios de diseño de las nuevas esclusas. Lo que consideramos incorrecto y sin fundamento es decir de forma alarmista que un sismo en la falla de Pedro Miguel es inminente y el vaticinio de fallas estructurales generalizadas en la ciudad de Panamá. Crear una situación de alarma no tiene fundamento, ni contribuye a soluciones que ya se están desarrollando para mitigar el efecto de posibles sismos futuros".

 

De acuerdo con Alfaro, en Panamá hay una práctica sólida de la ingeniería estructural basada en códigos y reglamentos internacionales desde 1976, que se actualizan regularmente para incorporar avances, tanto en la profesión, como en la caracterización de la amenaza sísmica.

 

"Actualmente el código estructural de Panamá se encuentra en una etapa de revisión para incorporar estos nuevos hallazgos. En cuanto a las estructuras ya existentes, las mismas han sido diseñados usando códigos estructurales que incorporan estrictos requerimientos de ductilidad, que mitigarían significativamente los efectos de un sismo en esta falla", concluyó el funcionario.

 

Sobre la reacción de la ACP ante la publicación de los resultados del estudio, el presidente de Earth Consultants International lamentó que el gobierno de Panamá no asuma y promueva el valor que tiene para el país el haber tomado la iniciativa de encargar estudios de este tipo y el crédito que conlleva dar pasos responsables a favor de la seguridad de la vía interoceánica.

 

Gath apuntó que en la actualidad Panamá tiene códigos para sismos, aunque en el momento en que los investigadores realizaban el trabajo de campo estos parámetros estaban muy por debajo de los niveles de desplazamiento que un terremoto en la falla de Pedro Miguel podría ocasionar.

 

"Tenemos entendido que desde entonces [la ACP] ha estado trabajando para mejorar los códigos, pero esto no va a ayudar a las edificaciones que ya están en pie", concluyó Gath.