Investigaciones buscan la mejora en calidad del arroz producido en el país
UCR/DICYT Todo comenzó con el proyecto denominado Evaluación de materiales de arroz en la zona de Turrialba iniciado en el 2008 por el Centro de Investigaciones en Granos y Semillas (CIGRAS) y la Sede del Atlántico de la Universidad de Costa Rica (UCR). Posteriormente se incorporó a la iniciativa la Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno (EEAFBM) también de la UCR. Además se ha contado con la colaboración del Instituto de Innovación y Transferencia de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Sede de Guanacaste de Universidad Técnica Nacional (UTN).
El desarrollo de este tipo de proyectos científicos retoma actualidad e importancia en un contexto mundial caracterizado por la escacez de granos y la crisis alimentaria que sufren muchos países subdesarrollados. Uno de los primeros logros de este trabajo conjunto ha sido el desarrollo de un banco de germoplasma; colección que incluye materiales de arroces criollos, tanto para autoconsumo o producción de subsistencia, como para fines comerciales y promisorios. Algunos de ellos fueron introducidos al país desde inicios del siglo XX.
En total se cuenta con más de 60 genotipos. De ellos, 45 están siendo caracterizados, según variables técnicas dadas por el Instituto Internacional de Investigación en Arroz (IRRI), en las diferentes zonas productoras a fin de seleccionar progenitores que permitan, por medio de cruces, el desarrollo de nuevas líneas mejoradas de arroz.
Estos incluyen quince materiales de autoconsumo, once comerciales y 19 promisorios que han sido introducidos recientemente al país por el INTA, organización adscrita el Ministerio de Agricultura y Ganadería de Costa Rica.
Hasta el momento los materiales se han evaluado en la región Huetar atlántica, mediante siembras en la zona de Turrialba, donde ya se han realizado dos ciclos de cultivo, uno el año pasado y otro el presente año. En la región Pacífico norte, en Cañas, se tienen dos sembradíos en condiciones agroecológicas distintas, uno en "condición anegado" y otro en "secano favorecido".
La siembra programada para este año en la región Pacífico central se tuvo que posponer para mayo o junio del 2010 debido al déficit de lluvias que presenta la Zona. También se planea extender la investigación a las regiones del Pacífico sur y Huetar norte.
¿Cómo está el arroz?
Según explicó Álvaro Azofeifa Delgado, investigador del CIGRAS y profesor de la Escuela de Agronomía de la UCR, los proyectos de investigación que se están desarrollando contemplan diferentes objetivos, entre los que se pueden mencionar "La evaluación y generación de información sobre la adaptación y características morfológicas, fenológicas, varietales, agronómicas, poscosecha y nutricionales de 45 genotipos de arroz".
También se pretende "fortalecer los lazos de cooperación intrainstitucional entre el CIGRAS, la sede del Atlántico, la EEAFBM, el Centro de Investigaciones Agronómicas (CIA) y el Centro de Investigación para la Protección de Cultivos (CIPROC); todos de la UCR. De igual forma se busca estimular la colaboración interinstitucional entre la UCR, el INTA y la Universidad Técnica Nacional (UTN)".
La obtención de progenitores para el desarrollo de nuevos materiales de arroz es de gran utilidad para los arroceros es. En este sentido, la información generada no quedará solo escrita en un artículo científico o entre las paredes institucionales, sino que los resultados y el conocimiento serán transferidos a asociaciones de agricultores y productores de arroz.
Investigación integral
Los mencionados proyectos de investigación están evaluando más de 120 variables morfológicas, fenológicas, agronómicas y culinarias en cada uno de los materiales de arroz. Como ejemplo, Azofeifa dijo que a nivel morfológico, se estudia el número de espigas por cepa, la inserción de la espiga y la altura.
A nivel fenológico se analizan el número de días en que inicia la brotación o macollamiento, la floración y la cosecha, entre otras. Algunas de las variables agronómicas que se están evaluando comprenden el rendimiento y la resistencia y tolerancia a enfermedades y plagas. En la parte culinaria y de poscosecha se estudia el tipo de grano, su contenido de amilosa, mineral y proteico; así como el tipo de aminoácidos para alimentos fortificados.
Se pretende explorar también nuevos nichos de mercado como arroces aromáticos. Como el proyecto es participativo también se motiva a los productores (as) organizados en asociaciones y en cooperativas que sugieran características interesantes para ellos.
Nuevos proyectos
El proyecto inicial de Evaluación de materiales de arroz en la zona de Turrialba ha dado origen a otros proyectos importantes para el mejoramiento del grano (Ver recuadro). Entre ellos el que estudia la resistencia y tolerancia del ácaro Steneotarsonemus spinki.
Esta investigación pretende identificar cuáles materiales de arroz son resistentes, tolerantes, susceptibles o preferentes al llamado ácaro del vaneo. El estudio es de importancia para el país, porque el ácaro, o el complejo que este forma con el patógeno Sarocladium oryzae, puede echar a perder desde un 30% hasta un 70 % de la cosecha ya que produce granos vanos o la pudrición de los tallos de la cepa.
A partir de estos estudios se pretende obtener desarrollos muy importantes a futuro, que influirán decisivamente en la producción arrocera nacional. Por ejemplo, la selección de materiales que resistan condiciones de "estrés ambiental" como sequía, suelos pobres ácidos o con salinidad. Además se busca la inducción de mutaciones con agentes químicos y físicos que aumenten la producción, resistencia a enfermedades; o bien varíen la morfología y arquitectura de la planta.
Esto llevará al desarrollo de nuevos materiales de arroz a partir de la información obtenida en todas las investigaciones precedentes. Pero que no será un arroz transgénico, sino mejorado por técnicas convencionales. Así mismo, se desarrollarán estudios posteriores para analizar el uso de microorganismos beneficiosos, por ejemplo Rhizobium sp y Trichoderma sp que puedan mejorar la condición nutricional y sanitaria de la planta empleando menor cantidad de agroquímicos.