Technology Spain , Salamanca, Wednesday, May 17 of 2006, 14:36

Investigadores salmantinos desarrollan un robot transportador de palés capaz de orientarse e interactuar con su entorno

Con este proyecto los miembros del Departamento de Informática y Automática de la Universidad de Salamanca se inician en el diseño de los denominados 'robots sociales'

Ana Victoria Pérez/DICYT Los miembros del Departamento de Informática y Automática de la Universidad de Salamanca trabajan en el desarrollo de un robot industrial capaz de orientarse e interactuar con su entorno. Según ha explicado a DICYT José Andrés Vicente Lober, uno de los investigadores implicado en el proyecto, "se trata de una carretilla capaz de transportar palés, a la que se está programando para obedecer órdenes a través de sistemas de reconocimiento de voz o usando capacidades para reconocer su entorno y orientarse en el espacio, evitando los posibles obstáculos, entre otras habilidades". El proyecto constituye un primer acercamiento de este grupo de investigación salmantino a la última generación de robots, denominados sociales, tras unos años de trabajo en el que los prototipos de los investigadores salmantinos en los ámbitos de rastreo, velocidad y lucha (sumo) se han impuesto con contundencia en los certámentes regionales y nacionales del sector.

La nueva aventura de los investigadores salmantinos requerirá un importante desarrollo mecánico y electrónico, a la vez que la utilización de múltiples tecnologías. "Podríamos decir que nos hemos embarcado en un proyecto pluridisciplinar en el que trabajaremos con sistemas de visualización alimentados por cámaras digitales, que analizan el entorno y procesan la información en tiempo real, sistemas de sonar, infrarrojos, reconocimiento de voz y pantallas táctiles que facilitan la comunicación con la máquina. Todo integrado para conseguir un robot con aplicación industrial y capacidades sociales", ha explicado a DICYT José Andrés Vicente Lober.

En la actualidad, el uso de robots industriales está concentrado en operaciones muy simples, como tareas repetitivas que no requieren demasiada precisión, como son la transferencia de materiales, el pintado automotriz, la soldadura o la revisión de determinados procesos. En general se trata de operaciones económicamente rentables para ser robotizadas, y que han hecho que las ventas anuales para robots industriales han ido creciendo en Europa a tasas que oscilan en torno al 25%, según datos de la Asociación Empresarial de la comunidades autónomas de Madrid, Castilla la Mancha y Castilla León.

El crecimiento de este mercado parece sustentarse en varias pilares. En primer lugar, hay más personas en la industria que tienen conocimiento de la tecnología y de su potencial para sus aplicaciones de utilidad. En segundo, la tecnología de la robótica mejorará en los próximos años de manera que hará a los robots más amigables (término tomado del inglés friendly) para el usuario, más fáciles de interconectar con otro hardware y más sencillos de instalar. Por otro lado, son previsibles dentro del sector economías de escala en la producción de robots para proporcionar una reducción en el precio de cada unidad producida, lo que haría los proyectos de aplicaciones de robots más fáciles de justificar desde el punto de vista del retorno de la inversión, facilitando la incorporación de las pymes a este proceso de producción.

Eficiencia energética

Pero para que las previsiones de los expertos se materialicen, José Andrés Vicente Lober opina que antes será necesario desarrollar algunos aspectos relacionados con la tecnología: "El hecho de que el 60% del peso que en la actualidad tienen algunos prototipos de robots sociales se ubique en las baterías de alimentación dificulta el desarrollo de estos dispositivos y su utilización en determinados procesos. Por eso será necesario mejorar aspectos como la eficiencia energética o el tamaño y potencia de los motores que con los que trabajamos. Por otra parte, desde el punto de vista de la programación, el esfuerzo estará centrado en desarrollar una metodología para crear técnicas de socialización para estos dispositivos".

Hoy por hoy, los robots solamente pueden hacer aquello para lo que previamente han sido creados. Un robot completamente autónomo, al estilo del mítico R2-D2 de La Guerra de las Galaxias, es aún en 2006 ciencia-ficción y según el invest el experigador zamorano lo será muy probablemente en la próxima década. "Los robots sociales comienzan en la actualidad a dejarse ver tímidamente, aunque todavía no estamos preparados para reconocerlos. Un ejemplo es el proyecto piloto que puesto en marcha por el metro de Madrid, en el que una serie de robots limpiadores se cruzan cada día con los viajeros en los andenes. Su apariencia, nada tiene que ver desde luego con la imagen que el cine nos ha transmitido de estas tecnologías".

 

 

De la empatía al Valle Inexplicable
Muchos personas aceptarían de mejor humor la compañía de una enfermera mecánica que los guiase por las plantas de un hospital que la de una silla programada para dejarnos en el lugar donde hemos fijado nuestra consulta, aunque al parecer no siempre la elección estaría tan clara. El grado de empatía de los hombres con las maquinas de apariencia humana fue ya analizado en la década de los 70 por el robotista japonés Masahiro Mori, quien consiguió dictaminar que las emociones experimentadas por una persona ante un robot de apariencia y comportamiento humanos son muy positivas, siempre y cuando la máquina no se parezca en exceso a una persona real, pero existe un momento en el que la psicología humana se adentra en lo que Mori denominó Valle Inexplicable, cambiado los sentimientos de empatía por repulsión. Sólo cuando el robot no se diferenciase en nada de una entidad humana volvería a ser aceptado por nuestro subconsciente.