Investigan un material polimérico avanzado para construir tanques de almacenamiento de agua
Cristina G. Pedraz/DICYT La lluvia, por ejemplo la caída intensamente en las últimas semanas, puede ser recogida en tanques de almacenamiento y utilizada posteriormente para diversos usos. Innovar en el sector de la gestión del agua es el objetivo que se propone el proyecto WTANK, una iniciativa enmarcada en la convocatoria Innpacto del Ministerio de Economía y Competitividad cuyo fin último es desarrollar nuevos tanques de almacenamiento de gran capacidad basados en placas de un novedoso material con propiedades avanzadas. En el proyecto participan el centro tecnológico Cartif de Valladolid y las empresas Aguambiente, Indemat, Adapta y Toro Equipment, esta última como coordinadora.
Los tanques de gran capacidad se fabrican, habitualmente, en hormigón armado. En los que tienen un volumen más pequeño se utilizan otros materiales, como polímeros o acero, un material que no es competitivo en grandes tanques. A través del proyecto WTANK, lo que se busca es desarrollar un nuevo material polimérico reforzado para construir grandes tanques de forma competitiva.
“La novedad frente a lo que hay en el mercado es que vamos a desarrollar un material de resina reforzado con ciertas cargas de fibra de vidrio, de tamaño nanométrico, para modificar las propiedades mecánicas de las placas con las que fabricamos los tanques. Con este nuevo material las propiedades mejoran y podemos construir volúmenes de tanques mayores a los que actualmente podemos llegar con un material polimérico”, explica a DiCYT el investigador de la División de Medio Ambiente de Cartif José Fermoso.
Al iniciar el proyecto, los tanques elaborados a partir de polímeros que fabricaba Toro Equipment, empresa ubicada en la localidad de La Cistérniga que actualmente comercializa a 35 países de todo el mundo, podían alcanzar una capacidad de almacenamiento de agua de entre 300 y 500 metros cúbicos. Tras realizar un estudio inicial en el que se analizaron los requerimientos que debía cumplir el nuevo sistema de tanques, los investigadores estipularon que con el nuevo material la capacidad podría incrementarse hasta los 1.000.
Tras cinco meses de proyecto, han comprobado que se podría llegar hasta los 2.000 metros cúbicos. “Nos hemos marcado un objetivo ambicioso y creemos que podemos ampliar casi por diez la capacidad de almacenamiento de agua a la que se puede llegar simplemente modificando el material polimérico con el que se trabaja y el diseño mecánico, aunque también queremos dar al tanque otras funcionalidades que no tiene actualmente”, agrega Fermoso.
Una de estas funcionalidades se centra en la logística. Así, “se prepararán placas dimensionadas expresamente para que puedan caber en contenedores marítimos y puedan enviarse a cualquier parte del mundo en barco, de forma sencilla y barata”. Otra funcionalidad radica en la construcción y montaje del tanque. “Las placas tienen un peso limitado para que puedan manejarse entre una o dos personas, su montaje es sencillo y con ellas se puede construir el tanque en función del espacio que se disponga”, aclara, lo que posibilitaría por ejemplo construir una infraestructura de almacenamiento de agua “en zonas remotas donde hacer una obra civil de cierta envergadura puede resultar problemático”.
Como agrega Teresa San José, de Toro Equipment, esto supone una ventaja competitiva frente al hormigón, cuyo transporte de esta forma sería "impensable”. En relación a este material, continúa, la ventaja también se encuentra “en el montaje y en la posibilidad de cambiar el tanque de lugar si es necesario”.
Propiedad fotocatalítica
Por otro lado, los investigadores trabajan en modificar el recubrimiento del tanque, tanto en la parte exterior como en el interior, para darle una propiedad fotocatalítica. “Por la acción de la luz del sol en el agua pueden proliferar ciertas algas en el tanque, sobre todo en la parte superficial, y con este recubrimiento se pretende que no crezcan”, señala Fermoso. La fotocatálisis es una tecnología limpia que persigue la oxidación, en este caso de las algas, utilizando luz solar o luz procedente de lámparas ultravioleta con la mediación de un catalizador que activa la reacción química de oxidación, como puede ser el dióxido de titanio.
Asimismo, los ambientes de humedad y sombra pueden provocar el crecimiento de líquenes, hongos y musgos en la base del tanque. Mediante el material fotocatalítico, se busca también “hacer frente a este crecimiento y que la estética del tanque se mantenga”.
Los tanques de almacenamiento de agua se utilizan frecuentemente en estaciones potabilizadoras, estaciones de bombeo, estaciones depuradoras e incluso como instalación de riego. El proyecto WTANK se inició en noviembre de 2012 y concluirá en diciembre de 2014, aunque en los últimos seis meses se prevé construir un tanque piloto de gran capacidad para aplicar la tecnología y contrastar los resultados del proyecto.