Health Colombia , Bogotá D.C., Thursday, April 29 of 2010, 15:59

La ausencia de un alelo en el gen ALDH2 incrementa la tolerancia al alcohol

Así lo apunta un estudio de la Universidad Nacional de Colombia y el Centro de Investigación sobre Alcohol de la Universidad de Indiana

UN/DICYT Una variante en los genes sería la responsable de esta característica, según un estudio genético realizado por científicos de la Universidad Nacional (UN) de Colombia y el Centro de Investigación sobre Alcohol de la Universidad de Indiana (Estados Unidos). Difícilmente un carnaval colombiano, sin distinción de la región donde se realice, puede llevarse a cabo en la ausencia del trago y a punta de festejos y otras excusas más. Lo cierto es que el pueblo colombiano se acostumbró a la bebida, tanto así que ocupa el tercer puesto como consumidor de alcohol en América Latina, después de Chile y Brasil, con un gasto promedio de 500.000 pesos anuales por habitante, según una encuesta de consumo latinoamericano publicada recientemente.


Pero, ¿de dónde surge esta “cultura” del trago que lleva a grupos de personas de varias zonas del país a tomar durante tres y hasta cuatro días seguidos, como si el alcohol no hiciera mella en su organismo? El grupo Genética de las Adicciones del Instituto de Genética de la Universidad Nacional de Colombia parece tener la respuesta, y aunque aún el tema es motivo de estudios más profundos, halló que en la composición genética de la población colombiana podría estar la clave del incesante “gustillo” por el alcohol.


Resultados parciales de laboratorio señalan que la población colombiana no expresa un gen reconocido mundialmente por los científicos como protector contra el alcohol, porque es el encargado de hacer que el organismo reaccione en contra del alcohol, produciendo náuseas, calor excesivo, mareo y síntomas tan adversos como convulsiones, que llevan a que la persona decida detener la ingesta de alcohol y en algunos casos no volver a tomar, por eso se considera protector.


La no expresión de ese gen fue el diagnóstico al que llegó el grupo luego de evaluar a 291 personas, 141 con problemas de alcohol y las 150 restantes, sin esta condición, como grupo control. De la primera categoría, 65 asistían a fundaciones de desintoxicación en Bogotá, los otros 76 fueron incluidos debido al puntaje que obtuvieron en el cuestionario Audit (Alcohol Use Disorders Identification Test) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que los clasificó como consumidores en riesgo.


A los 291 participantes les fue tomada una muestra de sangre para analizar la forma de los alelos de cuatro genes que intervienen en el proceso de eliminación del alcohol. El objetivo era analizar la asociación de éstos con la propensión al alcoholismo.


Pero, ¿qué son los alelos? En las poblaciones del mundo, los genes tienen diferentes formas que se llaman alelos, responsables de los rasgos heredados. Por ejemplo, el color de los ojos. Cada ser humano tiene dos alelos por cada gen, uno heredado de su madre y el otro de su padre.


Sorpresa genética


En el análisis, los investigadores determinaron que no había relación entre las variantes de los genes estudiados y la predisposición al consumo problemático de alcohol. Sin embargo, se llevaron una sorpresa: el total de la población estudiada, tanto alcohólicos como aquellos que no tenían problemas con el licor, presentó solamente el alelo 1 del gen ALDH2. La población no registra el alelo 2, la variante reportada como protectora.


En la población colombiana analizada en el estudio, el no encontrar el alelo protector ALDH2*2 lanzó una primera conclusión: dichos individuos estarían en mayor riesgo de desarrollar una adicción al alcohol, porque lo toleran en grandes cantidades. “El problema es que eso los conlleva a tomar más y más”, explicó Claudia Méndez, integrante del grupo y autora de la tesis de Maestría en Genética Humana que originó este proyecto.


Las preguntas que ahora intenta resolver el grupo de investigación son: ¿Por qué si se encontró que la población colombiana no porta el alelo 2 del gen ALDH2, muchos colombianos no toleran el licor, y otros, aun sintiendo la popular “resaca”, siguen tomando? “Por ahora hemos mirado el metabolismo del alcohol, en el momentoo queremos caracterizar alelos de receptores cerebrales a los que el licor se une directamente.

 

Estos cambios podrían estar alterando las vías de recompensa y gratificación, que son las que producen placer cuando hacemos algo que nos gusta. Su modificación podría predisponer con mayor facilidad al consumo de alcohol en unas personas más que en otras”, concluye Mauricio Rey, coinvestigador y docente de la Maestría en Genética Humana de la UN.